La vida de una mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, a simple vista parece relativamente sencilla: nacer, crecer, comer fruta, elegir pareja, poner cientos de huevos y morir –todo ello en un mes–.
Sin embargo, encontrar un compañero para reproducirse es una tarea más compleja de lo…
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Las señales de la insulina modifican las feromonas de la mosca de la fruta