Capturar dióxido de carbono (CO2) y almacenarlo en el subsuelo mediante procesos artificiales de inyección es una estrategia relativamente nueva conocida como secuestro de carbono. Al aprisionar al CO2 en un medio en el que se supone que permanecerá inmovilizado, se evita así que acabe en la…
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Almacenar CO2 en el subsuelo puede ser menos eficiente de lo creído