Un tiburón prehistórico es bautizado en honor a Galaga
Todos nosotros somos admiradores de los tiburones y ahora lo seremos aún más, pues ahora sabemos que son aficionados a los videojuegos. Sólo de los retros, claro.
Recientemente se ha descubierto una especie antigua de tiburón, tan antigua que se tuvo que llamar a los paleontólogos para que echasen una mano para estudiarle. Se cree que tiene unos 67-70 millones de años de antigüedad y que compartió hábitat con los dinosaurios, también amigos de los niños. La prueba de su descubrimiento es un trozo de dentadura hallado e incrustado en una roca sedimentaria, oculta bajo tierra por los restos de Sue, el fósil de Tyrannosaurus Rex especialmente completo y conservado que se exhibe en el Chicago’s Field Museum. Al examinar a Sue exhaustivamente hallaron los restos de otra especie incrustados.
Acorde al estudio, el tiburoncito era muy chiquito, medía entre 30 y 45 centímetros, se dejaba ver por Dakota del Sur y se alimentaba de peces pequeños, caracoles y langostinos. No se enfrentaba a los dinosaurios tochos de la época ni se metía en peleas, así que pocas películas podría protagonizar junto a otros dinosaurios o Jason Statham. Sin embargo su peculiaridad, y motivo de esta arqueológica noticia, es su dentadura.
Tal como explican Terry Gates y Karen Nordquist, experto en el tema y voluntaria, respectivamente, sus dientes eran diminutos, “tan pequeños como granos de arena”. Tanto, que muchos los tirarían sin darse cuenta. No sólo son pequeños sino que también tienen una forma peculiar, muy parecida a las naves de Galaga, el inolvidable juego ochentero de Namco. Por este motivo el animal ha sido bautizado como Galagadon nordquistae, en homenaje al videojuego y a la voluntaria Karen Nordquist.
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