XVI Aniversario VJ


Buenas. Perdonadme si me pongo sensiblero, pero es que me apetece. Me pone. Hoy nueve de septiembre cumplimos años. Todos nosotros. Y cuando digo “nosotros”, me refiero a vosotros y nosotros. Los que han formado parte de la redacción en alguna ocasión, los fijos que entran cada día en los foros y hasta los que intentan colarnos spam a cada rato. Sí, al pesao de los pasaportes también. Han pasado dieciséis años desde que arrancó Viciojuegos, del “Aquí jugamos todos”, del cambio de nombre, de los rediseños de Palma, de los locos titulares de las noticias de Gex, de los ataques del Apache cuando nos agolpábamos demasiados a la vez y de aquella fiesta en la que pasamos de ser avatares a tener caras de verdad. Este año hemos querido echar la vista atrás y recordar el primer juego que disfrutamos en nuestra vida. Echar un vistazo a nuestro pasado y rescatar el arranque de esta afición que nos apasiona, la que compartimos juntos cada día. Nosotros vamos a contar nuestras primeros pasitos en esto de los videojuegos, pero os invitamos a que nos contéis vuestras anécdotas, vuestros títulos, el primer mando o teclado que cayó en vuestras manos. Queremos saberlo todo.

Dicen que hay que conocer bien el pasado para entender el futuro, por eso sacamos el álbum de fotos para descubrir que no, que cualquier tiempo pasado no fue mejor, que el que ahora vivimos es igual de bueno, solo que nosotros somos distintos. Puede que más canosos, con sobrepeso y menos paciencia, pero igual de ilusionados con este milagro que es actualmente uVeJuegos. Y no, no es un tópico, que estemos hoy aquí sería imposible sin vuestro cariño y vuestra fidelidad. Solo puedo deciros que feliz cumpleaños y que muchas gracias por cumplirlo con nosotros. Vamos a poner todo nuestro empeño en que este año próximo sea todavía mejor y que, dentro de 365 días, estemos en el mismo sitio para celebrar otra vez que estamos juntos. Muchas gracias

GexRockin’ Kats (NES)Yo fui uno de esos niños noventeros que no se criaron con una NES sino con una Creation, esa consola de imitación que superaba a la original. Al contrario que la PolyStation y similares, esta consola falsa no sólo podía leer cartuchos oficiales sino que además tenía montones de juegos pregrabados internamente, incluso rarezas japonesas que no llegaron a Occidente. De los muchos títulos que jugué y más me marcó fue Rockin’ Kats, de cuando Atlus desarrollaba aventuras más allá de Shin Megami Tensei y Persona. La premisa era sencilla: Willie, un gato azul (pero no triste), recorría la ciudad para salvar a su novia gata de las garras de una mafia de perros. Sí, ese trillado argumento de héroe salvador de damiselas.Ese juego tenía todas las características que me gustaban: animales antropomorfos, diseños coloridos, temática romántica, variedad de enemigos y una portada bonita. Aparte de la nostalgia el juego d por sí era interesante, primero por la pistola multiusos del héroe, que no disparaba sino que en realidad era un guante mecanizado que servia tanto para golpear como recoger objetos y lanzarlos, se podía elegir el orden de los niveles, lo que condicionaba la dificultad de los mismos. Una misma fase era diferente si la visitabas en primer lugar o al final, con más enemigos y peligros. Me encantaba su estética de gánsters y detectives de los años 30, con sus perros trajeados, sus gatos con sombrero y corbata, sus nativos indios, chinos estereotipados, gorilas con chaleco y demás animales extraños, como un pollo gigante. Muy bonitos y expresivos, dentro de lo posible. ¿Quién no querría ser un pícaro gato, con sombrero y pelazo, que se enfrenta a las adversidades y al destino para rescatar a la gatita de su vida? Lo realmente curioso es que yo no jugaba con la música del juego (no me acuerdo si por problemas técnicos o por voluntad) y en su lugar escuchaba esa música italiana romántica de los años 70 y 80 de mi madre, mientras mi hermana ponía los vinilos en el tocadiscos. ¡Era hipster sin saberlo! Ciertamente escuchar música romántica (ABBA, Ana y Johny, Umberto Tozzi, Bobbi Solo, demás artistas de la época) ofrecía una perspectiva interesante, a la par de complementaria y lógica, pues el juego no dejaba de ser una hazaña de amor, una gesta caballeresca. Se potenciaba su significado. Posiblemente fuese el germen de mi romanticismo y del gusto por los animales humanizados. Para rematar la nostalgia, el juego lo alquilaba durante mis vacaciones en Móstoles (pues de pequeño vivía en Tenerife) en el Blockbuster, que era enorme, bonito y con moqueta. Ya nada de eso existe… pero en su lugar hay una clínica veterinaria, a la cual llevé en vano una gata callejera moribunda para salvarla. Murió, como los recuerdos y el amor. Como todo.J.V.R 1977Fernando Martín Basket Master (Amstrad CPC)Pese a que años antes había estado flirteando con máquinas recreativas y las inolvidables Game & Watch, considero la visita a casa de un amigo para ver su Amstrad CPC 464 el verdadero inicio de mi pasión por los videojuegos, un lazo que sigue tan vigente como el primer día y espero mantener siempre. El mundo ha cambiado radicalmente desde entonces, y para los que vivimos aquella época cuesta aceptar que conceptos icónicos de nuestra infancia como la EGB, las pesetas o los cassettes sean ya un mero recuerdo nostálgico.Nunca olvidaré aquellas primeras partidas en casa de mi mejor amigo cada viernes tras salir del colegio, y es que me impactaron tanto a todos los niveles que nuestra madre se vio “obligada” a comprarnos un ordenador al año siguiente. Fernando Martín era el título perfecto para jugar con amigos, menudas tardes pasábamos… Y eso que apenas tenía un campo y dos jugadores, pero nos daba igual: para nosotros cada partido era diferente e irrepetible. Como curiosidad, recuerdo que sus revolucionarias repeticiones (con zoom) causaron especial sensación entre el respetable.Gracias al programa ‘Cerca de las Estrellas’ muchos descubrimos la NBA, y desde entonces quedé tan prendado que he intentado probar todos los simuladores que han ido saliendo al mercado, sin importar la plataforma. Actualmente disfruto como un niño de la saga NBA 2K, pero aquella maravilla de Dinamic siempre quedará grabada a fuego en mi corazón con un brillo especial.