Análisis: Super House of Dead Ninjas

Quise darle una oportunidad a este juego gracias a las ofertas de halloween de Steam. Su nombre me resultaba familiar dado que tiempo atrás justamente tuve que abrirle una ficha en la base de datos de Nosplay, aunque podría perfectamente ser el nombre de una película de terror de serie B.

Nos encontramos ante un título que si tuviera que definirlo de alguna forma sería: “frenético”. La idea del juego es muy simple: ir bajando pisos de una torre haciendo frente a enemigos y trampas en busca de más tiempo para seguir bajando más pisos. La parte frenética viene por el hecho de que, desde el mismo momento que iniciamos la partida, tenemos un contador con 30 segundos para bajar pisos y buscar más relojes. Para ello, no podremos quedarnos quietos admirando el paisaje y nos sumergiremos en una carrera contrareloj. Si por algún motivo se nos agota el tiempo, un demonio nos perseguirá y nos matará sin que podamos hacer mucho al respecto ya que es más rápido que nosotros, aunque al morir el tiempo se resetea y volveremos a tener 30 segundos.

La principal dificultad del juego es el hecho de que morimos de un golpe, contando con un número concreto de vidas en función de la dificultad que hayamos elegido, por lo que cada error se paga caro. Sin embargo, al contrario que otros juegos con una mecánica así (por ejemplo, Super Mario Bros por mencionar alguno) en SHoDN, al morir, seguimos en el mismo punto de nuevo, rompiendo lo que nos haya matado en caso de haber sido unos pinchos o estátuas o simplemente volviendo a avanzar. Esto también se aplica a los continues. Al gastar uno, volveremos a tener todas nuestras vidas pero seguiremos en el mismo punto donde morimos, todo un bonito detalle.

Pero no todo son carreras y estrés. El juego posee una tienda antes de entrar en la torre donde podremos cambiar nuestro equipo. Pero en este juego no hay monedas, así que para conseguir dicho equipo hemos de superar retos específicos para cada cosa. Al poner el puntero encima del objeto, la anciana nos dirá qué requisito hemos de completar para conseguirlo, lo cual le da cierta rejugabilidad al título.

La tienda se divide en 3 apartados: armas, mejoras y otros. El apartado de armas lo explico un poco más adelante. Las mejoras son aumentos de vidas, tiempo, magia, proyectiles y bombas. Por último, el apartado de otros son mejoras varias, tales como incrementar la posibilidad de encontrar objetos en los enemigos o cofres, tener un triple salto, podernos descargar la OST del juego, la posibilidad de cambiar el color de nuestro traje, etc. El apartado de otros y el de mejoras se aplican automáticamente, así que no tendremos que escoger que mejoras queremos ya que llevaremos todas que estén desbloqueadas, salvo el color del traje que sí elegiremos uno solo. Además, podemos activar el “modo caos” el cual nos escoge al azar todo el equipo que llevaremos en esa partida, una buena opción para aquellos que les gusta ponerse a prueba con lo que les echen encima.

Mencionada la tienda, tengo que reconocer que el juego posee un repertorio ciertamente amplio de armas que escoger, siendo algunas meras mejoras de algún arma previa. Cada una tiene alguna característica a resaltar: 11 armas, 14 tipos de proyectiles, 12 tipos de bombas y 4 poderes ninja. Todo un festival de caos y destrucción para aquellos con la paciencia suficiente para ir sacándolo en su totalidad.

Al acabar con los jefes de determinados pisos o al iniciar una nueva partida se nos dará la opción de elegir desde qué tramo queremos empezar. De esta forma, no tenemos que empezar desde el inicio si no queremos. Además de todo esto, el juego cuenta con un cómic que podemos ver en el menú principal del mismo, donde nos cuenta la historia de nuestro protagonista y el motivo de estar bajando por la torre.

Posee un editor de niveles que nos permite crear nuestros propios niveles y compartirlos con la comunidad. Esto, unido al hecho de que los niveles se generan de manera aleatoria, hace que tengamo un título que es perfecto para echar un rato sin mayores complicaciones que avanzar corriendo, matar y morir mucho.

En definitiva, Super House of Dead Ninjasha sido toda una sopresa para mi por encontrarme en su conjunto un título que adquirí sin estar muy seguro de si me iba a gustar o no. Pero ya puedo decir sin equivocarme que es un gran juego con bastante rejugabilidad y animo a la gente a que le de una oportunidad, si buscan un juego para echar unas partidas rápidas e intensas.

Por: dakumaru

Super Mario 3D Land, plataformas en estado puro para Nintendo 3DS

Super Mario 3DS Land es uno de los juegos que justifica la compra de la portátil de Nintendo. El equipo detrás del título ha hecho un trabajo fenomenal, que destaca por su acertada adaptación del juego a entornos 3D y por un diseño de niveles excepcional.

La mecánica es la misma que la de cualquier otro Mario: saltar, golpear enemigos y sortear obstáculos con el fin de llegar al castillo y liberar a la pobre princesa Peach, que pasa más tiempo en casa de Bowser que en la suya. La jugabilidad es, sencillamente, perfecta. Mario responde con precisión a los botones de la 3DS y el stick analógico hace que el manejo sea muy natural.

El magnífico control destaca aún más gracias a la decisión de mantener la cámara fija. A diferencia de otros Mario tridimensionales, en Super Mario 3D Land la cámara se mueve automáticamente, lo que supone que el jugador puede olvidarse de ella y concentrarse en los saltos.

El otro pilar sobre el que se apoya este Mario es el diseño de niveles. Los saltos están medidos al milímetro y los enemigos situados en lugares clave. Todo está situado para que cada nivel sea único. A pesar de que a lo largo de las diferentes pantallas se repiten elementos, como plataformas móviles, enemigos o incluso trozos de niveles, cada pantalla tiene alma propia. Aunque se repiten temáticas, los niveles están repartidos para que no resulten repetitivos.

A la fiesta plataformera se suman el disfraz de Tanuki, que permite mantenerse en el aire unos segundos, y el disfraz de tortuga lanza boomerangs. Por supuesto, también está el clásico de fuego. Esta vez, a quien no han invitado ha sido a las estrellas. Aquí se recogen Monedas-estrella, necesarias para desbloquear algunos niveles.

Me gusta mucho que los niveles hayan sido diseñados para ser jugados en unos cinco minutos, incluso menos. Esto hace que Super Mario 3D Land sea perfecto para un viaje corto en bus o metro. Es buena idea llevar la consola contigo porque si Streetpass está activado, el juego puede recibir cajas sorpresa de otras consolas. Estas cajas contienen monedas-estrella, vidas, trajes y monedas.

Las primeras pantallas pueden confundir al jugador y hacerle entender que es todo muy sencillo. Nada más lejos de la realidad. Conforme se avanza por los mundos, la dificultad de los niveles aumenta progresivamente siguiendo una curva de dificultad dibujada con delicadeza. Los últimos niveles son auténticos retos plataformeros. Mi récord personal son 35 vidas perdidas en una pantalla de los últimos mundos.

Durante la primera mitad del juego, si morimos muchas veces, aparecerá una caja especial con un traje de Tanuki blanco que nos hará invencibles. De esta manera, los jugadores menos experimentados podrán seguir avanzando en el juego si se atascan en algún punto concreto en el camino a rescatar a la princesa. Esta ayuda desaparece más adelante y no es obligatorio cogerla, por lo que quienes disfruten de un buen reto podrán seguir jugando sin hacer caso a esta ayuda.

Los títulos de Mario derivan de una serie tan pulida a nivel jugable que cualquier nueva entrega es compra segura. Super Mario 3D Land no es ninguna excepción. Es un juego redondo, un plataformas clásico que repite la fórmula vista mil veces. Pero es una fórmula tan buena, que a mi siempre me deja con ganas de más.

Por: Solivent