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Avance de Concrete Genie
Acaba de terminar la conferencia de Sony en la Paris Game Week y la verdad es que la empresa nipona ha puesto toda la carne en asador de cara a un más que prometedor 2018. Tenemos juegos de PSVR a punta pala, una cantidad más que generosa de títulos indies y una selecta selección de trailers que anticipan los triple A de la compañía. Entre las novedades, nos ha llamado la atención
Concrete Genie
, una peculiar apuesta de PixelOpus, los chicos que nos trajeron hace unos años el colorido
Entwined
para la PlayStation Store.
Este nuevo va a traer cola. Para empezar por el tema que aborda. El protagonista es un niño que sufre bullying de nombre Ash. Sus acosadores lo persiguen y apalizan, pero él tiene una forma de escapar de esa tortura: su imaginación. Al moverse por su ciudad encuentra una especie de plumero que brilla con una intensidad inusitada, un plumero que como la brocha de Epic Mickey, es capaz de alterar la realidad. O para ser precisos, su realidad. Con ese plumero es capaz de pintar las paredes de su entorno con una frondosa vegetación que cobra vida al mero contacto con los fríos muros, es capaz de crear cascadas de agua cristalina como si estuviéramos en plena naturaleza, pero sobre todo, es capaz de plasmar toda el bestiario de monstruos que hay en su cabeza.
Muy en la línea de Donde habitan los monstruos, estas criaturas interactuarán con nuestro protagonista de diversa forma, unas veces como mero acompañante en los momentos de soledad o como respuesta a puzles para cambiar el entorno y llegar a nuevos lugares. Cada pintada y cada mural tiene en común la interacción, así como un peculiar estilo gráfico muy parecido al que vimos en el ya mencionado Entwined. Mediante un sencillo interfaz, estaremos pintado ramas, arbustos y monstruos con una acabado exquisito. Ahí reside el encanto de Concrete Genie, en la variedad infinita de posibilidades de su herramienta gráfica. Posible comprobaremos que los atributos de los monstruos (como vomitar fuego) son más limitados de lo que nos gustaría, pero la liberta inicial que el juego promete nos ha conquistado.
El juego llegará en algún momento de 2018 y supone la consagración de PixelOpus, que pasa de un título indie interesante a uno al que debemos seguirle la pista casi sin despeinarse. Nos gustaría saber más sobre Ash, sobre si ese colorido mundo está solamente dentro de su imaginación o por el contrario hay “magia” en sus acciones, con el trasfondo de que solamente él es elegido para dar vida a su gris y cada vez más vacía ciudad. Un cuento moderno que busca concienciarnos sobre el abuso en niños y adolescentes de la forma más cruda posible. Esperemos que el juego esponje lo suficiente con mecánicas de juego divertidas y una variedad de situaciones acorde a que lo que se demanda hoy en día. El primer vistazo a su video de presentación ha sido más que prometedor, desde luego.
Análisis de No Heroes Allowed! VR
Analizado en PlayStation 4 Pro. Copia digital proporcionada por Sony.
El goteo de juegos para PlayStation VR no cesa. En esta ocasión nos toca hablar de
No Heroes Allowed! VR
, un juego que llega de la mano de la mismísima Acquire. Sí, los de
Tenchu
,
Way of the Samurai
y
Shinobido
. Pues esta gente son también los de
What Did I Do to Deserve This, My Lord?
, una japonesada que derivó hace años en
No Heroes Allowed!
y que ahora se transforma como juego de realidad virtual. Actualmente se encuentran trabajando junto a Square Enix en
Project Octopath Traveler
para Nintendo Switch, pero eso es otra historia.
La idea es conquistar el mundo para hacerlo añicos mientras los héroes caídos se lamentan al escuchar nuestra malvada risotada de malo. Porque encarnamos la gracia está en verlo todo por los ojos del Dios de la Destrucción mientras utilizamos nuestras huestes de monstruos para arrasar, saquear e invadir los latifundios de los señores feudales que se creen héroes. Para tal maléfico plan, estaremos asesorados por dos maquiavélicos asistentes surgidos directamente de los confines del averno, Badman y Badmella. El juego cambia su desarrollo clásico y nos invita a exterminar a los héroes mientras los echamos de sus asediados castillos que hacen las veces de bases. Nosotros elegiremos las unidades que queremos enviar (algunas de ellas meros alimentos de demonios más poderosos) al combate, de manera que tendremos seleccionar nuestro creciente ejército mientras desplegamos nuestro arsenal de poderes demoniacos para proclamarnos con la victoria final. Lo mismo de cada jueves, para que nos entendamos.
La gracia del planteamiento es que nosotros vemos todo el mapa como si fuéramos unos jugadores de Warhammer 40.000 y estuviésemos en una enorme maqueta jugando. De esta forma, de un solo vistazo podemos ver la base que queremos asaltar y a nuestras divertidas unidades acercarse para tomarla. Usar PlayStation VR nos sirve para mirar rápidamente a cualquier punto del escenario, mientras que un “Dualshock Halloween Edition” vuela por la pantalla según el movimiento que hagamos nosotros con el nuestro para dar órdenes a las unidades y desencadenar las habilidades especiales que disponemos. Como placebo, funciona. No se puede comparar a ningún juego del género de Blizzard ni de The Creative Assembly, pero entretiene lo justo para que los dolores de cabeza por llevar PSVR más tiempo de la cuenta se manifiesten. Ideal para quitarse la espinita de los tower defense si además queremos amortizar la inversión realizada en la realidad virtual.
El apartado gráfico es muy básico, pero consigue que tengamos una buena idea de todo lo que pasa sobre el terreno. El estilo gráfico, sobre todo por el colorido, nos recuerda mucho a la serie Disgaea, con esas unidades/monstruos que parecen más una adorable mascota que una criatura asesina y despiadada. El mérito se lo reconocemos a la interfaz (pionera en esto de crear un juego de estrategia con un planteamiento a una mesa llenita de figuras de Warhammer 40.000) y a la cantidad de unidades que vemos moverse en pantalla. Todas las miradas recaen en nuestros dos secuaces, y queremos juego propio pero ya para Badman y Badmella.
Estamos ante un juego divertido, desenfadado y muy original. Cuando pensamos en la realidad virtual, nos imaginamos pilotar una nave espacial o adentrarnos en un psiquiátrico atestado de psicópatas carnívoros… y no en un juego de estrategia en el que guiamos a nuestras unidades como si estuviéramos jugando con nuestro viejos G.I. Joe de cuando éramos enanos. Ya solo por eso, No Heroes Allowed! VR tiene nuestra atención. Quizás no sea el juego que nos haga adquirir PSVR, pero seguramente sea el que más horas acumulemos y mejor poso nos deje por su simpatía y planteamiento. Le falta enjundia para ser una gran título de estrategia, pero lo suple a la perfección con su original puesta en escena y sus graciosos personajes. Nunca el Señor de la Destrucción estuvo mejor asesorado.
La vista del campo de batalla. Los secuaces. Partidas rápidas y divertidas.
Le faltan opciones y variedad para ser un gran juego de estrategia.
Sus limitaciones jugables la compensa con buenas ideas y una apariencia muy llamativa. Uno de esos juegos que aportan variedad al catálogo de PSVR.