En Who Must Die? debemos averiguar quien es el enfermo y sacrificarlo


Quizá creamos que el mundo ya es un lugar seguro ahora que las vacas no están locas ni las aves tienen gripe, quizá seamos ilusos. En esta realidad los virus son una amenaza real y nosotros debemos combatirlas, aunque sea mediante medidas drásticas.

En Who Must Die? encarnamos a un médico que releva a un compañero inútil que fracasó en su tarea. ¿Queremos ser unos inútiles también? ¿Haremos bien el trabajo? ¿Dejarás de ser un estorbo? Su trabajo, ahora el nuestro, consiste en vigilar y estudiar a tres pacientes enfermos y recluidos. Uno está contagiado de un virus letal que puede dañar nuestra reputación si lo dejamos suelto por ahí, por eso es esencial realizar un diagnostico decente. ¿Quien es el sano? ¿Quién es el enfermo? Cuando dictamines sentencia médica debemos sacrificar al humano moribundo, o encargar al conserje que lo haga, que para eso le pagan. Pasar el mocho y matar gente, lo ponía en el contrato.

Who Must Die? está a la venta en Steam al precio de 6,99€ con un descuento del 15% de lanzamiento, disponible en francés e inglés, con humanos reales incluidos. Editado por Plug in Digital, esta obra es del pequeño equipo francés White Chamber, el cual presentó un prototipo de este juego en la Epic Game Jam de noviembre de 2015 y ganó el primer premio. Tras este impulso inicial desarrolló una versión mejorada, ampliada y más rejugable. Un simulador médico y moral que nos hará reflexionar sobre la vida del individuo ante la vida de la manada.

Análisis de Narcosis



Versión analizada Xbox One. Copia digital proporcionada por Evolve PR.
El género de terror en los videojuegos ha pasado ciertos altibajos y en esta ocasión tenemos con nosotros Narcosis, un título que transcurre bajo el mar. La oscuridad, los sobresaltos y la tensión son sus principales reclamos, por lo que te recomendamos seguir leyendo el análisis si buscas una experiencia diferente a lo ofrecido por otros juegos del género como Resident Evil 7 o Alien: Isolation.Tal y como recoge Wikipedia, “la narcosis de nitrógeno es una alteración reversible del estado de conciencia de un individuo en el buceo profundo con botella de aire comprimido o cualquier otra mezcla gaseosa que contenga nitrógeno. Produce un efecto similar a la intoxicación alcohólica o a la inhalación de óxido de nitrógeno.” Sabido esto cabe dejar claro que nos encontramos ante un videojuego que trata esta situación y se desarrolla en las profundidades del mar, de forma que nuestros únicos compañeros de viaje son un traje con un sistema de propulsión y un pequeño foco, una navaja, así como las bengalas y las botellas de oxígeno que nos encontramos. Si padeces de claustrofobia ni te acerques al juego, ya que el agobio que transmite por la cantidad de agua que nos rodea y nuestras pocas posibilidades se plasma fielmente desde el primer minuto. De hecho el juego fue pensado con motivo de la realidad virtual, aunque en el caso de la versión de Xbox One no se puede aprovechar tal función.Para ponernos en situación debemos saber que esta aventura nos pone en la piel de un buzo que se encuentra en unas instalaciones que extraen materiales del fondo marino, pero algo empieza a ir mal y todo se viene abajo. Llegado este punto debemos buscar una vía de escape, así como combatir contra los peligros de la naturaleza que hay en tal recóndito lugar y también mantener la calma para racionalizar las reservas de oxígeno que nos vamos topando. La falta de luz nos acompaña en todo momento por lo que unido a las considerables y toscas proporciones del propio traje hace que la tensión recorra nuestra piel en todo momento. Saber qué es verdad o qué está producido por nuestra mente es uno de los dilemas que ofrece el juego.Nuestro traje es muy pesado, por lo que el movimiento del mismo es bastante lento. A eso se le suma que en el traje tenemos una pequeña interfaz que nos muestra el nivel de oxígeno actual, así como el número de bengalas y el sobrecalentamiento del propulsor. Todo esto nos resta mucha visión, por lo que un giro inesperado nos puede ofrecer algún que otro sobresalto a la altura de los referentes del género. A lo largo del juego tenemos que ir recopilando información del resto del equipo, lo cual nos hace vivir duras y tensas situaciones. Pasar cerca de cadáveres o especies marinas peligrosas hace que nuestro personaje haga un uso inadecuado del tanque de oxígeno, por lo que lidiar tales situaciones para recuperar la normalidad es primordial para no quedarnos sin aire.Como ya hemos adelantado antes el personaje lleva una navaja, pero el sistema de combate deja mucho que desear e incluso corta el ritmo de juego. En ocasiones hay especies marinas como por ejemplo pulpos que se lanzan hacia nosotros, por lo que basta con pulsar el botón correspondiente las veces necesarias para deshacerse de ellos. Es cierto que estos acontecimientos potencian las situaciones en las que nuestro nerviosismo se acelera y con ello nuestro ritmo respiratorio, pero la poca variedad de enfrentamientos hace que dichos momentos se hagan bastante insatisfactorios.En lo que respecta a los apartados técnicos nos encontramos con un trabajo notable. Es cierto que el oscuro entorno que nos presenta el juego no invite a contar con escenarios muy detallados, pero las profundidades del mar, así como las instalaciones que visitamos están muy bien recreadas. El sonido ambiente y algunos temas musicales acompañan también a la perfección cada acontecimiento que tiene lugar.ConclusionesEl título ofrece una experiencia bastante lineal, aunque hay algunos entornos algo más abiertos en los que podemos dar alguna vuelta a la redonda sin darnos cuenta. En cualquier caso la historia dura unas 4 horas y no supone ningún reto o dificultad completarla. En cuanto a rejugabilidad se refiere no encontramos ningún motivo de peso para volver a pasar el juego más allá de repetir la historia nuevamente o conseguir todos los logros, ya que no hay más modalidades para incentivar a seguir jugando. Por último cabe destacar que los diálogos y documentos cuentan con subtítulos en castellano, para así no perder ningún detalle de la trama.

Su planteamiento y lo agobiante que puede llegar a ser en algunos momentos

El sistema de combate, lo lineal que resulta ser

Un título de terror diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. No inventa nada en el género, pero su propuesta es interesante.

Análisis: Electronic Super Joy

Las ofertas de otoño de Steam me han venido bien. He conseguido variedad de juegos a precios razonables por lo que me ha dado más material para escribir. En esta ocasión, quiero hablar de Electronic Super Joy. Comprado en un arrebato consumista por 1,50€ ni siquiera me fijé de que iba el juego la verdad, simplemente lo compré porque estaba barato. Así que cuando me puse con él por primera vez, me fijé que se trataba de un título de plataformas, uno ciertamente complicado en según que tramos.

Nuestra misión es acabar con El Malvado Groove-Wizard, así que para ello deberemos pasar a lo largo de 45 niveles diferentes repartidos en 3 mundos. Los gráficos me recordaron un poco a Limbo, personajes negros con ojos blancos lo que, al contrario que este último, Electronic Super Joy es muchísimo más colorido. En los fondos suele haber movimiento y diferentes colores según vamos pasando los niveles.

La mecánica del juego es muy sencilla, llega del punto A al punto B sin que te maten. Para ello, a veces algunos personajes de esta extraña dimensión donde tiene lugar el juego nos darán alguna habilidad, ya bien sea un golpe directo al suelo tras saltar, tener un doble salto o incluso poder volar durante un corto periodo de tiempo. Cabe decir que solo llevaremos una habilidad por vez y que incluso es posible que empecemos con una habilidad y a mitad del mundo nos la quiten.

A pesar de lo sencillo que pudiera parecer la idea, completar cada mapa nos requerirá cada vez más esfuerzos. Los niveles por norma general suelen ser de dos tipos: estáticos (donde nosotros vamos avanzando a nuestro ritmo) o forzado (donde la pantalla va avanzando hacia la derecha haciendo que si nos quedamos en el borde izquierdo de la pantalla, muramos). Además de eso en ocasiones se darán situaciones especiales donde por ejemplo la pantalla podrá rotar haciendo que perdamos un poco la noción de la dirección o que haya algún nivel donde no haya checkpoint, por lo que un fallo nos puede enviar directamente al inicio del nivel. Por si fuera poco, a todo eso se suma el hecho de que también hay trampas como láseres, bolas de pinchos o enemigos que nos pueden lanzar objetos o simplemente carguen hacia nosotros.

Hablando de morir, es lo que más nos va a pasar a lo largo de todo el juego. Nuestro personaje solo aguanta un golpe, por lo que hay que ser extremadamente cautelosos. A cambio, el juego cuenta con vidas ilimitadas, así que solo queda la frustración de quedarse atascado en algún sitio y repetirlo continuamente. Por suerte, el juego cuenta con numerosos checkpoints a lo largo de cada nivel, por lo que, si morimos, al menos empezamos desde un punto avanzado. Si volvemos al menú principal podremos ver el número total de muertes que hemos sufrido en un nivel concreto (mi “record” está en 113 muertes en un mismo nivel).

La música es uno de los puntos para mí más a tener en cuenta de este título. Tenemos variedad de música electrónica que hace más ameno el hecho de estar corriendo por nuestras vidas. Además, en los checkpoints se escucha un “oh yeah” cada vez que pasamos por uno (ya bien sea diferentes voces de hombre / mujeres en diferentes tonos). Puede ser un ligero problema si alguien más que no sea uno mismo los oye, porque suenan bastante sugerentes en la mayoría de los casos. Los desarrolladores pensaron en ello posiblemente y en las opciones tenemos una opción para cambiar dicho sonido a un modo para todos los públicos, cambiando los “oh yeah” por simples e inofensivos sonidos.

En algunos niveles de cada mundo se esconden una o varias estrellas. El conseguirlas a veces supone un reto adicional al ya hecho de pasar el nivel y su cometido es que al conseguirlas todas, se abra el cuarto mundo. Aún si después de pasar los cuatro mundos nos ha sabido a poco la hazaña, el juego nos plantea dos retos aún mayores. Pasar cada nivel por debajo de un tiempo específico y luego pasar los primeros 3 mundos sin morir en ninguno de sus niveles, conseguir ambas cosas desde luego es una forma clara de dedicación y práctica.

Para cerrar, he de decir que Electronic Super Joy es un buen juego para aquellos que les gusten las plataformas y estén dispuestos a un reto lleno de color, buena música y muchos infortunios que nos harán morir y caer en la desesperación en ocasiones.

Por: dakumaru