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Pillars of Eternity II – The Forgotten Sanctum
Has llegado muy lejos, observador; después de perseguir al dios de la resurrección y de la luz por todo el Archipiélago de la Llama Extendida; luego de enfrentarte a los páramos gélidos y a otros planos de la existencia, dominados por el cruel y excéntrico Rymrgand en
; más aún, después de resolver los misterios insoldables de los colosales ídolos de piedra en Kazuwari, en pleno
, te enfrentas al último horizonte de esta aventura. Se trata nada más y nada menos que de
The Forgotten Sanctum
, la última expansión de una de las óperas magnas de Obsidian que, entre otras cosas, nos lleva en un profundo viaje hacia ruinas y mazmorras ignotas en las profundidades submarinas, asegurándose de devolver todo el protagonismo a la cuidada narrativa de
Pillars of Eternity II: Deadfire
. Suena bien, ¿verdad? Pues continúa leyendo, que aquí te contamos qué nos ha parecido esta última andanza.
Las entrañas de los dioses
Es difícil hablar de los aspectos argumentales de un título de rol sin incurrir en esos despreciables destripes innecesarios. The Forgotten Sanctum no nos lo pone fácil, ya que, como decíamos anteriormente, pone su lóbrega trama en un pedestal que, sin lugar a dudas, se merece. No obstante, sí que podemos adelantar que la historia de esta expansión gira alrededor del círculo de archimagos y los secretos perdidos del inhóspito archipiélago, involucrando, como no podía ser de otra forma, una conspiración que amenaza con cambiar el statu quo y el fino equilibrio de Eora, todo ello envuelto en una macabra y angustiosa civilización que ha sido construida en la mismísima carne de un dios durmiente. Por supuesto, podremos tomar partido en esas intrigas, eligiendo bando y, finalmente, determinando el destino del mundo.
Sí, sabemos lo que estáis pensando; profundidades submarinas, dioses durmientes, extrañas y demenciales conspiraciones… en efecto, todo tiene un regusto al buen Lovecraft que es imposible no advertirlo. Las manifestaciones artísticas recientes, especialmente en lo que a videojuegos se refiere, no han dejado de evidenciar una revalorización del particular terror cósmico del oscuro genio de Providence, y es algo que nos encanta. Las zonas oscuras, perturbadoras y llenas de criaturas ignotas abundan en The Forgotten Sanctum, y ayudan a crear una atmósfera aciaga que encaja a la perfección con la tónica de la trama, aunque esta tampoco rehúye de la mordacidad e ironía de algunos personajes que, interacciones mediante, ponen el toque cómico a determinadas escenas. Marca de la casa.
Eso sí, donde realmente brilla este último acercamiento a las aventuras del Observador de Caed Nua en el Archipiélago de la Llama Extendida es en los elementos de contextualización: la historia, la geografía, las creencias, las manipulaciones y las intrigas se sienten más vivas que nunca, y estamos ante una suerte de añadido que hace las delicias de cualquier amante del espectacular folclore de Pillars of Eternity II: Deadfire. Como siempre, puede echarse en falta alguna aclaración en determinados aspectos de la realidad que plantea, pero el grado de complejidad exponencial del que hace gala la producción de Obsidian es para quitarse el sombrero. Hay páginas y páginas de lectura que nos ayudarán a comprender mejor cómo funciona ese esotérico y turbulento mundo, y eso siempre es de agradecer.
Conclusiones
The Forgotten Sanctum no es perfecto, pero es un más que digno broche de cierre para una aventura profunda, tenebrosa y soñadora como es la de Pillars of Eternity II: Deadfire. No solo ofrece una historia emocionante en la que tenemos gran participación o abundantes extractos de un mundo que no para de crecer en términos de diversidad y pluralidad, sino que también plantea algunos de los desafíos más complejos del título, así como espléndidas líneas de guion en la que algunos personajes brillan con mayor fulgor que nunca. Además, posee una duración que oscila entre las seis y diez horas, dependiendo, por supuesto, de cuánto queramos explorar y de si se nos atasca algún enfrentamiento especial. Muy recomendable para todo seguidor de la aventura principal, y perfecta para celebrar el modo de juego alternativo, basado en combates estratégicos por turnos, que acaba de comenzar su fase beta.
Avance de Call of Cthulhu
No hace falta decir que H.P. Lovecraft ha marcado a toda la cultura friki desde que tenemos uso de razón. Primero con sus inquietantes libros en los vomitaba esa verborrea descriptiva en la que nos atrapaba con criaturas imposibles que nos acechaban en la oscuridad, pero después con esa influencia que ha trascendido tantísimo aunque no se especificara directamente en juegos de rol (de los de dados y papel), películas, videojuegos y cultos religiosos. Porque
Alone in the Dark
era Lovecraftiano a más no poder, al igual que
Eternal Darkness
o el próximo
The Sinking City
del que hablaremos próximamente. La desarrolladora francesa que se encarga de los títulos de
Blood Bowl
y de ese goblin traidor conocido como
Styx
es la encargada de darle lustre a la obra. Ya en el pasado consiguieron hacerse con una licencia literaria de peso, como es
Game of Throne
, pero al no contar con toda la parafernalia de la HBO y centrarse solamente en los libros, la cosa pasó demasiado desapercibida. Es hora de resarcirse, y si han conseguido ganar el mundial, también son capaces de brindarnos un juego capaz de dejarnos sin aliento.
Call of Cthulhu empieza con un achicharrado pero necesario cliché, el jugador controla a un detective privado conocido como Edward Pierce. Hasta el nombre es un tópico y claramente inspirado en Edward Carnby de Alone in the Dark. El investigador arranca sus pesquisas en la luminosa y alegra isla de Darkwater (ironía) frente a las costas de Massachusetts. Allí ha aparecido muerta la familia Hawkins entera y nuestro curioso protagonista quiere llegar al fondo del meollo. Como era de esperar, estamos ante un juego de época, una ambientación años veinte en las que las armas de fuego son un lujo y las linternas dejan paso a faroles oscilantes que estorban tanto como alumbran. Sabemos que no sabemos nada, que el juego ahondará en la mitología creada por el escritor norteamericano para dejar nuestra cordura frita como una almendrita. No podemos fiarnos de nada de lo que vemos, no sabemos si lo que tenemos delante es producto de nuestra imaginación, de una complot orquestado o simplemente que se nos ha ido la cabeza ante los horrores que hemos presenciado (o que creemos haber presenciado).
Esto se pone interesante y nos prometen explorar mansiones en ruina de esas en las que las bibliotecas esconden pasadizos al subsuelo. Cultos con ofrendas de sangre, criaturas imposibles de concebir y apariciones imposibles que nos dejarán turulatos como para hacernos creer que Telecinco ofrece más documentales que La 2. Tendremos un manicomio en la historia, uno que hará parecer que el de Arkham es un parque acuático para los más pequeños y todo eso llenito de personajes secundarios de los que dudar a cada momento. El propio estudio de desarrollo se ha puesto en contacto con los creadores del famoso juego de rol de principios de los ochenta para que los asesoren en cuanto a situaciones y contenido, por lo que podemos estar tranquilos: vamos a pasarlo realmente mal con este videojuego.
Quedan muchas cosas por saber de la jugabilidad. Sabemos que la cordura afectará a lo que vemos, ya de por sí dañada en Edward por culpa del alcoholismo y de su presencia en la primera guerra mundial. Parece ser que tendremos libertad para indagar y para hablar con los habitantes de la isla Darkwater, acciones que influenciarán en el desarrollo de la partida. Podremos elegir entre forzar una cerradura o intentar conseguir la llave por métodos más zalameros, al igual que podremos adentrarnos en lugares sin pedir permiso u optar por interrogar a todos los parroquianos de la taberna del pueblo para ganarnos su confianza. Aunque se desarrolle en primera persona, la idea es que la acción sea la mínima posible y pondere más en la jugabilidad la astucia del jugador a la hora de buscar soluciones a las situaciones que se le plantean. Los que estáis esperando acribillar oleadas de shoggoth con una escopeta recortada ya pueden saber que se han equivocado de juego.
Call of Cthulhu: The Official Video Game llegará a PlayStation 4, Xbox One y PC el 30 de octubre, justo para celebrar Halloween por todo lo alto. Una fecha totalmente propicia para un juego de estas características si no fuera porque en esos días sale el verdadero terror de este mundillo, Red Dead Redemption 2 promete arrasar con todo, pero en Cyadine confían en el poder ilimitado de los dioses primigenios que adoran para que las ventas del juego de Rockstar no se lo lleven a ellos por delante. Esperamos mucho de este juego, sobre todo en ambientación, trama, locura y planteamiento se refiere. Estamos esperando como agua de mayo un juego de terror que proponga algo más que pegar escopetazos a hordas de muertos vivientes, y gracias al talento de Lovecraft y a la osadía de este estudio francés, todo parece indicar que tendremos una gran oportunidad en el próximo otoño. Loado sea Hastur, el Innombrable.