Análisis de Call of Duty: Black Ops 4



Analizado en Xbox One X. Copia digital proporcionada por Activision.

Lo decimos en el título y lo repetimos, el negro no conoce de modas, siempre acierta. Y acierta Treyarch con cada nueva entrega de su

Black Ops

, esa gran subserie dentro del universo

Call of Duty

que ha conseguido imponerse incluso hasta a

Modern Warfare

. Cuidado con eso. Treyarch añadió los zombis, reformuló el multijugador y sorprendió con una campaña para el recuerdo, la primera de estas oscuras operaciones encubiertas. Era lógico que fueran ellos los encargados de encauzar la marca hacia las tendencias actuales. Y la moda ahora la marcan los

Battle Royale

, esa variante competitiva en la que nos enfrentamos a un centenar de rivales en un escenario casi inabarcable. El camino lo inició

PlayerUnknown’s Battlegrounds

, pero lo termino de asfaltar

Fornite

con sus descaros y esos bailes de los que no podemos escapar aunque queramos. Eso sí, a cambio se ha tenido que sacrificar una de las señas de identidad de la serie desde que Infinity Ward nos llevase a la segunda gran guerra por primera vez en aquel lejano 2003.

Resumiendo, han sacrificado la campaña por añadir “Blackout” como todo el mundo quería, el modo de moda. Han hecho un “apaño” de campaña con los zombis, como veremos más adelante, pero se han “ventilao” el modo historia para un solo jugador. El mismo en que nos entreteníamos recorriendo pasillos hasta el script de turno, en el que buscábamos portátiles con información que hacían las veces de coleccionables y en los que acribillábamos a centenares de enemigos en las secciones con vehículos. A cambio, tenemos la versión 2.0 de PUGB, y la verdad, es que por esta vez creemos que salimos ganando. “Blackout” es justo lo que esperábamos, una elaborada sinergia de lo mejor que hemos visto en el juego de Tencent adaptado al frenetismo y la inmediatez de Call of Duty. El modo supura PUGB por todos sus polígonos, para empezar porque el estilo gráfico del serie de Activision es más cercano a este juego que al colorido y descacharrante título de Epic Game. Y luego porque se busca la diversión dentro de unos holgados límites en los que oscila el realismo. Aquí no hay carritos de la compra ni texturas de colores pastel, aquí impera el camuflaje en la apariencia de los personajes, por mucho que sea un juego arcade que busca una jugabilidad de ritmo alto para sus partidas.

“Blackout” nos propone skins del multijugador, del modo zombi y de personajes ilustres de otras entregas de Black Ops, para encapsularlo todo en el escenario más grande visto nunca en la franquicia. Una enorme superficie de juego en la que encontramos representados mapas muy conocidos de títulos precedentes, como si fuesen piezas de un descomunal puzle que han conseguido montar precisamente ahora. Como bien dice la pantalla de introducción de Black Ops IIII, en este modo lo que impera es “despegar”, “saquear” y “sobrevivir”. Lo mismo que hemos visto en otros Battle Royale pero llevado un paso más allá. Aquí volaremos en helicóptero hasta nuestro destino, pero podremos modificar la zona de aterrizaje mediante el traje aéreo y el paracaídas. Nada más tomar tierra deberemos buscar equipamiento, armas y recursos para no caer de los primeros. Una vez que tengamos algo con lo que causar nuestra primera baja, tocará protegerse y eliminar contrincantes tanto para arrebatarles sus pertenencias como para subir un poquito más en la clasificación final. Siempre con un ojo puesto en el escenario para mantenernos dentro de la zona segura que nos empuja para que solo pueda quedar uno. There’s no time for us, There’s no place for us que diría Freddy.