CONSOLAS

Last Day of June

es un juego ciertamente curioso. Fue revelado durante el E3’17 de manera discreta a excepción de algunos medios que le dedicaron bastante espacio, es del estudio italiano Ovosonico y lo distribuirá 505 Games. De hecho nosotros nos acercamos a sus oficinas en Madrid para probar una beta muy avanzada, ya que saldrá a la venta este 31 de agosto para PC y PlayStation 4. A Xbox One llegará más adelante, sin fecha concreta. Su raíz del se encuentra en un videoclip bastante recordado en 2013 por su bonoita melodía y entrañable animación protagonizado por un monigote con gafas.

Drive Home

es como se llama esa canción y en cierta manera inspiró el argumento de

Last Day of June

aunque sin llegar a ser una adaptación. Steve Wilson, compositor y cantante de la canción, cedió los derechos y colaboró con el juego.

Ovosonico es un estudio independiente, fundado en 2012, que se cuida de realizar obras diferentes con un marcado estilo artístico propio que se ajusta a la historia del momento. Massimo Guarini es su director creativo y muchos lo conocimos en Shadows of the Damned, de Grasshopper Manufacturade, donde colaboró en la creación de ese peculiar infierno habitado por criaturas fascinantes. No obstante su obra mas significativa fue Murasaki Baby, un exclusivo de PS Vita tan ingenioso como perturbador, así como fracasado. No fue mal juego, pero sí tuvo mala suerte, escasa publicidad y una plataforma portátil que no triunfó en este continente. Ahora su nuevo proyecto saldrá en más plataformas, tendrá mejor publicidad y si hay suerte tiene más suerte.

Last Day of June es ante todo una historia de amor, una aventura interactiva con puzles. Sentimientos y variables constantes. Carl y June son un matrimonio feliz que vive en una adorable aldea de pocos habitantes. Muy pocos. Se quieren mucho y siempre están contentos. Viven en una casa bonita adornada por los retratos y demás cuadros pintados por June, aficionada a la pintura. June tiene una sorpresa para Carl y busca el momento ideal para dárselo…. y nada mejor que una tarde de picnic en el lago. Todo iba bien hasta que comenzó una tormenta especialmente severa, la lluvia les empaña los cristales, las ruedas resbalan por la carretera… y un niño se cruza en medio para recoger su pelota. A partir de ahí llegó la tragedia. Tras una elipsis, volvemos con un Carl paralitico, viudo y solitario en las noches de luna llena. La tristeza e incapacidad de Carl son patentes, sin apenas comida en la nevera y con dificultades para abrir una simple lata de conservas, nada puede ir a peor. ¡Por eso irá a mejor!

Carl descubre que los cuadros de June guardan un secreto místico: son capaces de alterar el pasado para corregir el presente. Con reminiscencias a la película Atrapado en el tiempo, viviremos una y otra vez un mismo día hasta que arreglemos el flujo espacio-temporal. Lo interesante es que en estos capítulos no controlamos a Carl sino a los vecinos, quienes sin quererlo son responsables del accidente automovilístico. Así pues, nos pondremos en la piel del niño, del anciano, la profesora y el cazador. El primer capítulo está protagonizado por el niño, que por evitar su atropello se desencadenó el accidente. El niño está aburrido en su casa-árbol, nadie quiere jugar con él, excepto el perro del cazador, siempre juguetón. El juego nos invita a jugar con el perro, quien es muy divertido, pero en un momento dado éste arrojará la pelota a la carretera ante la tristeza del niño. Como ya sabemos, el niño bajará a por su juguete con las funestas consecuencias ya conocidas. Esa no es la ruta que no debemos tomar, así que repetimos la fase y buscamos una solución alternativa.

El niño puede tirar objetos con la pelota como jarrones o una cometa de unas ramas. Con su juguete volador recuperado, el niño se entretendrá con otra cosa y no se meterá en la carretera, lo que evitará el accidente y Salvaremos a June. No obstante Carl al despertar en el presente observa que todo sigue igual, solo y viudo, así que los problemas no se han solucionado. Resulta que aparte del niño otro vecino causó el accidente. Se trata de la profesora, que con su coche a reventar de maletas tuvo un percance que la obligó a salir a carretera, y con ello el accidente al esquivarla.