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Análisis de La LEGO Ninjago Película: El Videojuego
Versión analizada PlayStation 4. Copia promocional proporcionada por Warner Bros.
Parecía como si la tradición de estrenar una película con su videojuego homónimo se había acabado o al menos las compañías han visto ya que no tiene un gran rédito económico como para justificar su desarrollo. Sin embargo, las películas de LEGO siguen manteniendo esta costumbre.La LEGO Ninjago Película – El Videojuego, como su propio y largo nombre indica, adapta directamente la película de Ninjago. Garmadon es el villano de turno, que quiere conquistar la isla Ninjago. Son los seis ninjas protagonistas, junto a su maestro Wu, quienes tienen que proteger a los ciudadanos de Garmadon y de algún que otro enemigo inesperado. Es una historia bastante infantil pero dinámica, que ayuda a mantener un mínimo de interés, ayudado por las notas de humor que ponen los personajes. Se combinan secuencias sacadas directamente de la película con otras creadas con el motor del juego.Los juegos de LEGO son la antítesis de la innovación, de eso a nadie le cabe duda. Encontraron su fórmula de éxito hace mucho tiempo y no hacen más que adaptarla a las licencias que tienen. Sin embargo, en esta entrega se ven algunos pequeños cambios, más de enfoque que de mecánicas, y que se agradecen para darle algo de aire fresco a la franquicia.La acción tiene ahora una importancia mayor, tanto en contenido como en complejidad (siempre hablando dentro de los estándares de la saga). El sistema de combate cuenta con combos reales y movimientos diferenciados, como golpes en el aire o larga ejecuciones aprovechando que el enemigo está confuso. Además, cada personaje lucha diferente debido a las armas que empuñan. El martillo es más lento y poderoso mientras que las espadas dobles son más rápidas.
Avance de Quake Champions
No son muchos los estudios que pueden presumir de haber creado un videojuego cuya relevancia resista el inmisericorde paso de los años; no hablemos ya de dos títulos, como es el caso de
id Software
con
Doom
y
Quake
. La compañía estadounidense, veterana en el sector, dio con la tecla con sus dos series más famosas: ambas son palabras mayores, nombres propios en lo que al exitoso y controvertido género de los
shooters
se refiere y, de igual forma, son dos viejas glorias que se han propuesto volver al panorama actual con la fiereza que les caracteriza.
Un año después del sobresaliente regreso de Doom, el otro shooter legendario de id Software aparece en escena, tan frenético, cruel y adictivo como siempre, manteniendo la esencia que hizo míticos a sus predecesores, y adaptándola a los tiempos modernos -tanto para lo bueno como para lo malo-, dominados con puño de hierro por grandes rivales como Overwatch o Counter Strike.
Pero, ¿qué ofrece
Quake Champions
que no puedan igualar sus competidores, ya afianzados en el mercado? En este caso, la premisa es sencilla:
su jugabilidad vertiginosa y sus armas letales lo convierten en un juego muchísimo más exigente a nivel mecánico
, donde un mínimo error puntual acostumbra a ser el último. En cualquiera de los modos de juego -duelos, todos contra todos, equipos y sacrificio-, todo en
Quake
está relacionado con la habilidad y los reflejos; con nuestras mismas capacidades de matar a nuestro rival antes de que él acabe con nosotros. Este tipo de enfoque tan centrado en la puntería y la coordinación del jugador, aunque es marca de la casa, aparece sustancialmente renovado debido a la inclusión de las habilidades de los distintos campeones, las cuales añaden un plus de profundidad a un sistema que resulta tan simple como eficaz.
Así pues, cada personaje tiene una habilidad pasiva y una habilidad activa que inciden directamente en sus fortalezas: por un lado, encontramos campeones más resistentes, capaces de aguantar mayores cantidades de daño -ya sea por mitigación, vitalidad, o armadura- y por otro, personajes ágiles y rápidos, que danzan por el escenario con facilidad debido a su movilidad pero, como consecuencia de su fragilidad, son una apuesta un tanto más arriesgada. No obstante, estas características inherentes a cada campeón no han de verse como un intento de clasificarlos según sus funciones dentro de la partida, pues id Software prescinde de la vertiente táctica y otorga plena libertad a los jugadores. Una gran decisión, sin lugar a dudas.
En lo referente al apartado visual, en Quake Champions prima claramente la optimización frente al puro músculo gráfico, algo que resuelve con gran maestría; sin renunciar ni por asomo a la espectacular violencia visceral que caracteriza a la serie. Los modelados de los campeones son ricos en detalles, y las animaciones, pese a que no son nada del otro mundo, son ahogadas por el ritmo vesánico del propio juego. Quizás los grandes puntos negativos se encuentran tanto en las texturas de los escenarios, marcados por una disparidad de calidad en sus elementos que ensombrece el conjunto, como en el diseño de niveles, que a estas alturas no sorprende en absoluto y genera experiencias un tanto reiterativas.
Análisis de Saint Seiya: Soldiers’ Soul
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