Análisis de Fight’N Rage


Analizado en Nintendo Switch. Copia digital proporcionada por Blitworks

Hablar de retro hoy día ha dejado de ser una excepción sino más bien la regla. La industria cultural del videojuego tiene uno de los pilares más grandes en la llamada escena indie y es por eso que cada mes contamos con decenas de títulos nuevos, de escaso precio pero sólida diversión que nos acompañan en los tiempos muertos entre las grandes producciones de first y second parties. Los que allá por los 90 disfrutábamos de consolas con cartucho y recreativas a cinco duros la partida hemos crecido y seguimos consumiendo juegos de este estilo… y mientras haya demanda existirá la oferta.

Sebastián García es probablemente uno de esos desarrolladores con más alma de jugador que otra cosa, que durante años ha ido haciendo videojuegos para diferentes tipos de plataformas, pero siempre a una escala menor. Las tiendas de aplicaciones, los entornos de desarrollo como Unity o Unreal Engine 4 y el acceso a los mismos han democratizado la creación de juegos y nos han llevado a todos a esta primavera de las flores y los indies. Para él no ha sido distinto que para otra infinidad de estudios pequeños de 10 o 12 personas y que a veces, como el caso que nos ocupa, se quedan en simplemente una one man band. Fight’N Rage ha sido, deliberadamente además, desarrollado para tocar todas y cada una de esas fibras que nos hacen rememorar aquellos tiempos pasados. Si existe un género que haya juntado lo doméstico y lo arcade, lo individual y el equipo, y que haya sobrevivido al paso de los años, ese es el de los Beat’em up. Los llamados ‘Yo contra el barrio’ que Final Fight y Streets of Rage abrieron el paso en lo doméstico y que Cadillac and Dinosaurs hizo en los salones recreativos.

Una vez pasadas varias fases de desarrollo y otros tantos nombres provisionales nos llega a PC y Switch casi sin hacer ruido, apareciendo de imprevisto en sus respectivas tiendas de aplicaciones. Nos situamos en un mundo postapocalíptico entre mutantes y humanos, con numerosas referencias estéticas a Las Tortugas Ninja o incluso Battletoads y podremos encarnar, inicialmente, a Guy, F. Norris y Ricardo. Son, sin dar muchos rodeos, los que a su vez nos permiten cambiar un poco nuestro estilo de juego en un eje de abcisas que va de la velocidad a la fuerza. El resto de detalles del guión poco importan y son prácticamente accesorios pues el título se centro totalmente en su gameplay.

En términos de jugabilidad y desarrollo el juego no hace ningún tipo de aspaviento y es fiel a lo que nos tenían acostumbrados los grandes del género en su época. Un camino lineal salvo contadas excepciones en el que queda a nuestro antojo tomar una bifurcación u otra que son, precisamente, el suelo en el que se sustenta que un juego tan simple conste de 56 finales. Es rápido y además es capaz de acelerar cuando toca, donde un a veces elevadísimo número de enemigos se junten en pantalla para poder líarnos a mamporros como si lo fueran a prohibir. Cabe destacar aquí que un arcade stick no está de más para hacer la experiencia lo más cercana a lo arcade posible. Para eso y para no dejarte un pulgar en el intento (servidor puede dar fe de ello).

El juego es rápido pero eso no significa que sea fácil. La curva de dificultad está bastante ajustada y a veces es más una pendiente que otra cosa y tendréis que echar más créditos para seguir con la aventura. No, el juego no cuenta con una manera de guardar la partida, ni tener varios recorridos con diferentes personajes, avanzados al mismo tiempo. En la memoria queda una sola configuración de personaje y tiempos, que podremos continuar desde el sitio más lejano al que hayamos llegado, siempre y cuando no empecemos otra partida con otra configuración distinta. Mientras tanto, si te eliminan, hay que echar otros cinco duros. Sí, con su cuenta atrás y todo, porque hasta en esa clase de detalles Fight’N Rage quiere que te sientas como en un salón recreativo.

Gráficamente, y aunque pudiera parecer que quiere emular aquella época de los 16 bits, ni una Super Nintendo ni una Mega Drive serían capaces de moverlo. Efectos de iluminación dinámicos, un scroll paralax que no cuenta con capas fijas sino con cierto 3D en perspectiva caballera que, por qué no reconocérselo, le queda genial. El número de enemigos en pantalla puede ser abrumador a veces y no son enemigos precisamente pequeños. Los sprites están hechos a conciencia, de gran tamaño, con un diseño cercano al “super deformed” y que recuerda a ese diseño de todos aquellos ports de las versiones grandes de Neo Geo en su hermana pequeña, la Neo Geo Pocket Color. Además, no son sprites de movimientos toscos sino que están formados por muchos frames que dan una sensación de suavidad y fluidez que conforman un resultado perfecto. Cero tendencioso, técnicamente es una maravilla que es simple y llanamente lo que pretende ser, ni más ni menos. Mención aparte queda la melodía y los efectos de sonido, que, y en el enésimo guiño a los 90, tiran de guitarras eléctricas estridentes. La música acompaña y cumple.

Un producto que se disfruta más en compañía y es ahí dónde Switch permite de forma más fácil acercarse pues los JoyCons son más que suficientes. Sus controles no pasan más allá de el botón de puñetazo y ataque especial, más allá de los desplazamientos verticales, y de los 3 o 4 combos posibles según la concatenación que hagamos con ellos o el nivel de machaque de los botones al que queramos someter a nuestros pads sin ton ni són, que también funciona. Se echan de menos algún tipo de power ups que hicieran de cada partida algo diferente y más dinámico.

En definitiva, un juego bonito, especialmente satisfactorio gracias a las cuidadas animaciones y los efectos de sonido. El reto que propone se ancla más en algunos de sus bosses, que no son moco de pavo, y en el tesón y ganas que pongamos por conseguir coleccionables como trajes y finales. O para desbloquear los clásicos modos de juego de otros juegos del estilo como el contrarreloj, el modo combate individual, práctica etc. Es esta, su rejugabilidad, quizás, el mayor de los peros que se le pueden poner, no siendo precisamente uno pequeño.

Si tienes con quien jugarlo (hasta 5 personas simultáneamente) compensan más cada uno de los 19,99 euros que cuesta. Si no, es un buen pasatiempos para momentos donde no encontramos qué jugar o simplemente, para salir del paso machacando botones… y perdiendo algún dedo por el camino.

Alternativas

Desde los clásicos como Streets of Rage o Final Fight hoy presentes en casi cualquier plataforma, a nuevos como River City Girls.

Los gráficos, la música y en general el apartado técnico. Los enormes y fluidos sprites.

Se hace repetitivo pasadas 3 o 4 horas de juego.

Todo está pensado para aquellos que disfrutaban los recreativos hace 25 años. Para quien disfrute el género es un soplo de aire fresco.

Análisis de Onimusha: Warlords


Analizado en Xbox One S. Copia digital proporcionada por Koch Media

De todos es sabido que

Resident Evil

es la gallina de los huevos de oro de Capcom, es salir un juego de la franquicia y paralizar al mundo gamer para ver qué es lo que está horneando el estudio japonés. La fórmula “Resident” ya se utilizó en la primera PlayStation con los videojuegos

Dino Crisis

, que mezclaban la jugabilidad del survival horror con dinosaurios y con el salto a la generación de los 128 bits, Capcom se dedicó a experimentar y crear nuevas franquicias que a día de hoy son recordadas con cariño y fijas entre las más queridas entre los jugadores, hablo por ejemplo de

Devil May Cry

, que nació como un proyecto de un nuevo

Resident Evil

con una jugabilidad de hack and slash muy prematura y que acabó siendo la primera entrega de Dante. La otra gran obra influenciada por la jugabilidad “resident” es

Onimusha

, un videojuego que nos traslada al periodo Sengoku, comúnmente conocido como el Japón feudal, aunque ahora los nobles samuráis tienen que luchar contra demonios y un control algo ortopédico junto a escenarios renderizados en 2D que tanto nos gustaban en

Resident Evil

.

Ahora en 2019 por fin regresa Onimusha Warlords, la primera entrega de la saga, a todas las plataformas actuales de juego, PS4, One,Switch y PC, siendo la versión de Xbox la que hemos utilizado para realizar este análisis.

La historia de Onimusha nos traslada al Japón feudal del año 1580, en el momento en el que Nobunaga (líder del clan Oda) vence a Imagawa y se prepara para convertirse en el Shogun de Japón pero muere en el intento, lo que le lleva a realizar un pacto con los demonios y hacerse con la sangre de la princesa Yuki (del clan Saito) .Con este trasfondo que mezcla la historia real con la ficción apocalíptica, el héroe de la aventura Samanosuke Akechi se encuentra con la misión de salvar a su reino y su amor mientras aprende a combatir a las feroces bestias demoníacas con su guantelete demoníaco y armas mágicas, pero Samanosuke no está solo entre tanto caos y barbarie, sino que cuenta con el apoyo de Kaede, una Kunoichi y personaje también manejable en el videojuego con su propio estilo de lucha ninja.

Como decíamos en las primeras líneas de este texto, Onimusha le debe parte de su encanto a Resident Evil y su jugabilidad algo ortopédica, junto con los escenarios prerenderizados y puzles muy rebuscados. En esta remasterización por suerte se ha corregido el movimiento tosco que tenía el título original que solo dejaba ir en una dirección, permitiendo un control libre del personaje con el joystick y un control clásico con la cruceta del mando. Además se ha añadido un modo fácil para acercarse a un mayor número de jugadores.

Nada más empezar Samunosuke se hace con un guantelete especial que le permite capturar las almas de los enemigos que derribamos y mejorar las habilidades de combate. Si recolectamos almas rojas podemos mejorar las distintas armas elementales que iremos encontrando a lo largo de la aventura y que serán esenciales para abrir determinadas puertas o derrotar enemigos, obligando a farmear un rato si hemos sido demasiado rápidos en el desarrollo de la historia, que no supera las 8 horas por cierto si es la primera vez que jugamos y no nos hemos atascado con los puzles. Las almas azules nos permitirán llenar nuestra barra de “PM” para poder realizar ataques especiales y las almas amarillas nos dan vida.

Splatoon 2: Octo Expansión



Analizado en Nintendo Switch. Copia digital proporcionada por Nintendo.

Uno de los buques insignia de Nintendo Switch es sin lugar a dudas

Splatoon 2

, sobre todo como principal baluarte del multijugador en línea en la consola junto al incobustible

Mario Kart 8 Deluxe

, curiosamente ambos llegaron de Wii U, pero es en Switch en donde han alcanzado el reconocimiento absoluto. Ya, Wii U no cuajó y la nueva consola de Nintendo sí. Cosas que pasan. El juego de los chipirones guerrilleros ha recibido actualizaciones, eventos y nuevo contenido en forma de accesorios, armas y escenarios… pero ahora llega [la “Octo Expansión”, el contenido descargable de pago que está llamado a marcar diferencias. Y lo hace de la mejor posible, apostando por el modo de juego en solitario, con el cebo de desbloquear algún que otro añadido para el multijugador. En total hay catorce objetos desbloqueables en total, de forma que será necesario cumplir una serie de requisitos en la

Octo Expasión

para chulear de ellos al enfrentarnos a otros jugadores.

La aventura tiene como protagonista a los Agentes 8, octarianos de pro, en función del género que definamos con el escueto editor. Como ya le ocurriese a Jason Bourne, despertaremos en un lugar extraño sin recordar nada de lo que le ha acontecido. Amnesia de manual. El lugar no es otro que una enorme y “abandonada estación de Metro… por lo menos hasta que demos con el Capitán Jibión, secundario también perdido y que nos pondrá un poco en antecedentes, como que nuestra conmoción viene de un golpe sufrido al enfrentarnos a otro agente de la organización. En cuanto entramos en materia, nos encontraremos a nuestras idols fetiche, Perla y Marina, para descubrir que tendremos que encontrar y rescatar a cuatro cachorros que nos permitirán salir de esa red de túneles para salir al ansiado exterior, o el “paraíso soñado” como lo llaman. Todo ello salpicado con el correoso humor característico de Splatoon. En definitiva, se abrirán ante nosotros ochenta niveles segmentados por líneas de metro, ahí entra en escena el revisor Pepín, un pepino de mar (no es coña) con el que podremos cambiar de de línea en su santiamén.

Entre combate de rap y patochada acuática con muchos pepinos de por medio, tenemos que los ochenta niveles son el grueso de la aventura. Ochenta desafíos más originales y variados que los que vimos en el propio Splatoon 2, pero quizás un pelín más cortos. Algo que casi se agradece. Como es menester, no tendremos que exprimirlos para completar la aventura, pero sí que insistir en completarlo todo supondrá, además de una enorme satisfacción personal, la obtención de los objetos que mencionamos al principio del texto. Se nota que le han dado a la sesera para que los niveles tengan su intríngulis, con objetivos bien diferenciados y elementos creados para la ocasión, siempre con la premisa de provocar en el jugador que quiera seguir jugando. Llevar un enorme bolindre a la meta, acabar con todos los enemigos, esquivar la tinta enemiga… incluso nos propondrán volverlos a terminar con un arma determinada, por aquello de la rejugabilidad.

Con esta expansión se acabaron las diferencias entre los Inklings y los octarianos, ahora todos conviven de forma pacífica en la plaza principal del menú de juego. Y sí, podremos elegir entre nuestro personaje de Splatoon 2 o el nuevo octariano que nos creamos aquí para que nos represente en las partidas multijugador. Esta nueva expansión aporta justo lo que le faltaba al juego originalmente, más contenido para jugar en solitario. Y lo añade con mucho humor y enriqueciendo el universo Splatoon con detalles y guiños de lo más salados. Por horas de juego y cantidad de niveles, casi parece un juego nuevo, por lo que entendemos que el precio de veinte euros está más que ajustado en esta ocasión. Si te da coraje no jugar a Splatoon 2 cuando estás lejos del router y buscas chorrear tinta a diestro y siniestro, esta “Octo Expansión” es una seria candidata a su adquisición. Como contenido para un jugador, supera al que viene de serie en Splatoon 2. Con eso creo que lo decimos todo.

Valoración:

Análisis de Hellblade: Senua’s Sacrifice



Analizado en Xbox One X. Copia digital proporcionada por Ninja Theory.

El año pasado salió

Hellblade: Senua’s Sacrifice

para PlayStation 4 y PC, ahora lo hace en Xbox One. Ya entonces hablamos de él, por lo que si queréis leer nuestra anterior análisis y profundizar en lo que depara el último trabajo de Ninja Theory, solo tenéis que pinchar en el enlace que aparece al mencionar el nombre del juego en este texto. Está claro que el estudio británico que nos ofreció

DmC

en su día tiene una fijación por las pelirrojas y las espadas, primero con

Heavenly Sword

, luego con

Enslaved: Odyssey to the West

y ahora con este atrevido

Hellblade: Senua’s Sacrifice

. Por eso hemos querido volver a ese loco infierno vikingo de leyendas, almas torturadas y alucinaciones que tan buen regusto nos dejó en el pasado, porque las grandes historias, como es ésta de Senua, merecen ser cantadas por los bardos más de una vez.

Hablar del argumento es hablar de un peregrinaje, de un descenso a los infiernos en los que el camino merma al caminante a cada paso, pero en el que nada importa mientras consigamos llegar a nuestro destino. En este caso, Senua se embarca en la imposible tarea de rescatar el alma de Dillion, su amado fallecido, de la diosa nórdica de la muerte, Hela. Cuanto menos contemos mejor, hacednos caso, pero adelantamos que este viacrucis mutilará el cuerpo y la mente de nuestra protagonista, ya que pasará por penurias, peligros y se enfrentará a sus propios demonios… muchos de ellos atrincherados dentro de su psique. El arranque del juego nos pone en situación, con Senua remando río arriba mientras deja atrás su pasado y se adentra donde nadie querría ir nunca, todo eso mientras las voces de su cabeza cuestionan y discuten todo lo que presencia (recomendamos unos buenos auriculares orejeros para reforzar la inmersión). Dejar la canoa a la deriva no es más que quemar los puentes para no regresar, hemos empezado este camino y lo vamos a terminar, cueste lo que nos cueste.

El juego entremezcla géneros de una forma muy particular. Por momentos sentiremos que estamos ante un walking simulator pero en tercera persona, de esos en los que contemplar el paisaje será nuestro cometido más complicado. Gran error. Sí, hay coleccionables, runas que nos contarán la historia de los dioses, de cómo se creó el mundo… de cómo hemos llegado aquí. Pero hay mucha caminata, el infierno está lejos y el sendero es tortuoso. Bello como pocos hemos visto, pero tortuoso. Empezaremos con puzles sencillos, casi siempre enfocados a buscar la forma de una runa en el entorno o a alinear cuervos. Poco a poco empezaremos a dudar de todo, a mirar a través de portales que cambian nuestra realidad mientras que luchamos con demonios sacados de la mente más enferma. Todo muy secunciado, caminata, puzle, caminata, combate, caminata, puzle… siempre con las voces en la cabeza, con un monólogo que no cesa y susurros que se entrelazan con cada cosa que hacemos, juzgando, animando, minando nuestra moral.

Análisis de Etrian Odyssey V: Beyond the Myth


Analizado en New Nintendo 2DS. Copia digital facilitada por Koch Media.

Uno de los máximos exponentes del rol japonés regresa a España por todo lo alto para los pocos fans que tiene esta gran saga del género dungeon crawler, catalogado como uno de los mejores.

Etrian Odyssey es uno de los máximos exponentes del género dungeon crawler y la quinta entrega numerada de la serie Beyond the Myth para Nintendo 3DS es el resultado de esta trayectoria, pues es una franquicia muy desconocida en occidente, aunque cuenta con unos pocos de miles de fans repartidos por el globo y siendo su principal mercado el japonés.

La historia gira en torno al árbol Yggdrasil, un gigantesco y mágico árbol que sirve de símbolo de grandeza para el continente de Arcania y la ciudad de Lorys, lugar en el que está arraigado este árbol.

Cómo ley en todo Arcania está totalmente prohibido acercarse a Yggdrasil, pero la prohibición es eliminada y multitud de aventureros se ponen en marcha para explorar las inmediaciones prohibidas de Yggdrasil y superar los laberinticos lugares para llegar a la copa del árbol mitológico. El argumento no es que destaque de una buena forma y llegar a lo más alto de Yggdrasil supone unas 50 horas.

Cómo es lógico, nosotros controlaremos a los valientes exploradores, los cuales tendremos total libertad de personalización, siendo la novedad más importante de Etrian Odyssey V.

Primero debemos escoger la clase a la que pertenecerá uno de los muchos personajes de los que dispondremos eligiendo su raza con un árbol propio de habilidades, además de que cada raza tiene distintas clases. Las razas a la que pueden pertenecer nuestros exploradores son Earthlains (humanos), Celestrians (bestias), Therians (elfos) y Brouni (halfings).

Por ejemplo, en la raza humana de los Earthlains pueden ser Segadores, Pugilists, Fencers o Dragoons y los elfos Therians pueden ser Exploradores o Guerreros. Deberemos formar un grupo mixto y variar la cantidad de una raza a otras ya que cada raza y subclase tienen habilidades únicas. Además, el editor de personaje, aparte de permitir seleccionar la raza permite seleccionar la apariencia, voz…

Todo lo bueno que hace a Etrian Odyssey ser uno de los mejores dungeon crawler se ha plasmado en esta quinta entrega. La aventura siempre la vivimos en primera persona, al igual que el desplazamiento por las laberínticas zonas de Yggdrasil a medida que vamos explorando y desbloqueando nuestro mapa de viaje, pero tranquilos, que en cada planta del laberinto llegará un punto en el que podremos darle pausa y salir a tomar un poco de aire y reorganizar nuestro equipo.

El mapa de la zona se puede ir desbloqueando de forma automática como en la mayoría de juegos o bien usando la pantalla táctil, donde cada pixel es un paso, lo que nos hace sentirnos un explorador más de Yggdrasil, y teniendo en cuenta la narrativa en primera persona encontramos en esto un gran acierto, que acerca al jugador a la experiencia de los personajes ficticios.

Al salir del laberinto regresas a la ciudad, donde puedes reponer vida, comprar y vender objetos, coger nuevas misiones secundarias en el gremio y regresar cuando queramos al nivel que queramos de la mazmorra, siempre que tengamos algunos puntos básicos en nuestro mapa de explorador.

A medida que avanzas por los laberinticos pisos surgen combates por turnos con criaturas de todo tipo. La mayoría de estos combates dan comienzo cuando la barra que aparece en la esquina superior derecha es completada.

Para superar de la forma más fácil los combates y no caer en batalla debemos conocer las debilidades de cada enemigo. Los combates por desgracia son estático, no esperes algo como un Final Fantasy, Bravely Default, Dragon Quest… pues estos son estáticos, aunque muy tácticos y difíciles, una victoria sabe mejor en Etrian Odyssey que en cualquiera de los anteriores.

Una de las grandes pegas que siempre nos encontramos con este tipo de juegos es que llegan totalmente en inglés, y Etrian Odyssey no es la excepción. Una pena, ya que si la saga ya es poco conocida entre el público occidental, el inglés limita aún más a algunos jugadores, ya que si no es la lengua materna o tienes un buen nivel tienes que esforzarte en traducir la gran cantidad de texto que tiene.

Así que podríamos resumir los objetivos de Etrian Odyssey en explorar, luchar y mejorar a nuestro equipo en la ciudad. La quinta entrega, Beyond the Myth, mantiene la esencia de la saga y no mejora mucho las características de la saga, pero si eres seguidor de la serie encontraras en Beyond the Myth un título a la altura de la serie.

Visualmente dentro del catálogo de Nintendo 3DS no destaca y no perdonamos que todavía los combates sean estáticos a las alturas que estamos.Por otro lado toca destacar el gran apartado sonoro con el que cuenta, ya que está dirigido por Yuzo Koshiro, siendo sin duda uno de los apartados más destacables del videojuego, pues hace muy amena la repetitiva exploración en las mazmorras de Etrian Odyssey.

Si eres fan de la serie, Etrian Odyssey V: Beyond the Myth te dará muchas horas de juego y diversión, Atlus mantiene la esencia de su saga dungeon crawler. Por otro lado, al estar en inglés y ser un género muy especial, si desconoces la saga te animamos a que mires algún gameplay para que te hagas una idea sobre el tipo de juego que es, ya que puede resultar muy repetitivo.

Alternativas

Saga Etrian Odyssey

La banda sonora, el ir creando tu mapa de la fase y el sistema de personalización de los personajes.

Gráficamente es muy pobre, solo destacan los personajes. Las batallas son estáticas.

Horas y horas te esperan en Etrian Odyssey V, pero los combates estaticos y el estar en inglés no ayudan a que llegue a más jugadores.

Análisis de Pharaonic



Analizado en PlayStation 4. Copia digital proporcionada por Avancediscos.

El título de este análisis viene a ser una fusión entre los de

Prince of Persia

(el clásico, en 2D) y

Dark Souls

. Porque eso es

Pharaonic

, una mezcla entre ambos títulos. Salvando las distancias, claro está (tampoco hay que fliparse, creo yo).

¡Al Faraón Rojo, Señor de las Dos Tierras, le sea dada toda la vida, prosperidad y salud!En el Año 3 de su reinado, el Faraón Ahmosis liberó Egipto, derrotó a los invasores y arrasó su capital, Avaris, hasta los cimientos.
En el Año 5 de su reinado, el Faraón regresó a Egipto cubierto de gloria, portando una poderosa reliquia de Avaris, y habiendo conquistado a la propia Muerte.
En el Año 14 de su reinado, el Faraón Rojo se reencarnó por vez primera.
En el Año 439 de su reinado, el Faraón Rojo se reencarnó por trigésima vez.
En el Año 440, las hordas de Gentes del Mar invadieron Egipto…- De las Inscripciones de Irem, alrededor de 1100 A.C.

Así nos introducimos en

Pharaonic

, con una secuencia que nos va mostrado jeroglíficos egipcios y el texto aquí arriba escrito (sin voz; de hecho no hay voces en todo el juego). Al empezar, y si no se han visto previamente tráilers ni nada, da a entender que pueda ser un juego en primera persona, pero no, en cuanto tomamos el control del protagonista vemos que la cámara se sitúa a un lado para ofecernos una perspectiva en 2,5D. Por cierto, antes de empezar a jugar tenemos la opción de editar al protagonista que viene por defecto (cambiar el nombre, el género, la piel, el pelo, la barba y la voz).

No tardaremos mucho en percatarnos que Pharaonic no va a ser un camino de rosas. Es más, en cuanto nos maten la primera vez saltará un precioso trofeo al respecto. Aunque no será el único del estilo, hay otros dos cuando lleguemos a las diez y a las 25 muertes (son fáciles de alcanzar… y de superar). Es en este aspecto en el que recuerda a los Dark Souls y compañía (Demon’s y Bloodborne), pues un mal movimiento, un ataque cuando no toca o no esquivar un golpe hará que el protagonista pierda la vida (o la protagonista, que también se puede crear una mujer). Por suerte, contamos con una cantimplora de agua que, al beber de ella, nos restaura parte de la salud, aunque inicialmente solo disponemos de tres tragos y una vez que se acaben no habrá forma de recuperarnos a no ser que rellenemos la cantimplora en una de las fuentes repartidas por los escenarios (un par, como mucho) o acudamos a un altar y recemos en él (también, uno o dos por zona). Estos altares, a su vez, sirven como punto de control. Pero tienen “trampa”: cada vez que recemos en ellos y guardemos la partida se restaurará todo, es decir, tanto nuestra salud y demás como los enemigos de la zona, que volverán a regenerarse.

Tekken 7 – Ultimate Tekken Bowl



Analizado en PlayStation 4 Pro. Copia digital proporcionada por Bandai Namco.

Desde

Tekken 3

, los extras de las versiones domésticas de la serie de lucha de Katsuhiro Harada han incluido modos de juego de lo más pintorescos. Recordamos el

Tekken Ball

al más puro estilo voleibol o el

Tekken Force

, que se expandiría a lo grande en

Tekken 6

cogiendo casi todo el protagonismo. Pero hay una de estas modalidades que ha conseguido una gran repercusión con el paso del tiempo, hablamos de

Tekken Bowl

, variante de juego introducida en

Tekken Tag Tournament

y que repitió en

Tekken 5 Dark Resurrection

… hasta ha aparecido como App para los dispositivos inteligentes.

El caso es que han pensado recuperar dicho minijuego como parte del pase de temporada de Tekken 7, que por lo que sabemos, además de esta disciplina deportiva, incluirá a Geese Howard de Fatal Fury como personaje seleccionable a finales de año. Todavía faltaría otro personaje por desvelarse que se incorporará al roster el año que viene, pero nosotros especulamos que después de reunir a Akuma de Street Fighter y al citado Geese, solo nos quedaría Scorpion o Sub-Zero de Mortal Kombat para cerra el círculo. Veremos con lo que nos sorprenden que por ahora no hay nada confirmado.

Ultimate Tekken Bowl es el primer contenido descargable del pase de temporada (junto a los diseños metálicos para los objetos de personalización de los personajes) y tenemos que decir que es justo lo que promete. Estamos ante un modo que nos invita a jugar en solitarios para conseguir la máxima puntuación posible o bien, enfrentarnos cara a cara con un segundo jugador. Cada luchador de Tekken 7 tiene su características propias, representadas por una letra (como las notas americanas) que valoran su fuerza y el giro de muñeca. Nosotros elegiremos la posición inicial del lanzamiento, intentaremos parar la flecha en el momento justo que pase por el centro para que el tiro no se desvíe demasiado y le imprimiremos la fuerza máxima posible para llevarnos por delante todos los bolos que podamos. Eso sí, podremos elegir entre los típicos bolos de toda la vida (blancos con su línea roja) o usar otros con la cabeza del egocéntrico Heihachi Mishima.

Y poco más. El juego sigue las normas que ya conocemos del mundo de los bolos, con dos tiros por ronda y la bonificación especial por hacer un “Strike” (tirar todos los bolos en una sola tirada) o un “Split” (derribarlos todos de dos intentos). Tras marcanos un “Strike” la luminosa pista se volverá aún más psicodélica, con llamativas luces capaces de volver epiléptico a un topo miope. Eso sí, resulta la mar de gracioso ver a los personajes de Tekken 7 realizar sus movimientos de victoria de los combates o soltar sus paridas en los enfrentamientos después de lanzar unas bolas en la bolera. Harada se lo pasa pipa con estas cosas.

La pista y la física de la bola son las principales novedades, todo esto junto a un machacón tema disco de un residente de Ibiza que también cambia cuando hemos tirado todos los bolos de la pista. No hubiese estado de más poder hacer algún torneo de bolos o introducirlo como variante en el modo en línea (al fin y al cabo son tiradas por turnos), porque con lo que hay, nos cansaremos en seguida a no ser que consigamos picarnos con un segundo jugador. En solitario solamente nos queda la cosa de alcanzar la máxima puntuación posible. Esperábamos más de este pase de temporada de Tekken 7, los bolos no dan para mucho y el malote de Geese Howard no llegará hasta navidades, a ver si se sacan algo más de la manga para amortizar como se merece la adquisición del pase.

Valoración:

Análisis de Redout



Analizado en Xbox One. Copia digital proporcionada por 505 Games.
RedOut

es conocida en nuestro idioma como la “eritropsia” o “visión roja”, que no es otra cosa que una alteración en la percepción de los colores de carácter temporal. Vemos las cosas teñidas con un tinte rojizo, que parece colorear todo lo que vemos. Se trata de un trastorno temporal que puede darse en múltiples situaciones, entre ellas, al pilotar un avión de alta capacidad y realizar maniobras bruscas al ir en picado. En 34BigThings han pensado que sería un nombre ideal para su último videojuego, un primo hermano de la serie

Wipe Out

que llega ahora a las consolas de sobremesa tras su estreno en PC el año pasado.

Pocas veces se acertó tan de lleno con un nombre. Este estudio de desarrollo afincado en Italia no ha tenido grandes aciertos en sus proyectos anteriores, porque ni las peripecias de OttO el hámster en los smartphones ni el multijugador para cuatro jugadores Hyperdrive Massacre han calado entre el respetable. Pero RedOut ha dado de pleno en la diana. En PC está considerado uno de los mejores títulos del género, mientras que el vacío que existe en Xbox One y Nintendo Switch (por lo menos hasta que F-Zero sea una realidad) lo convierten en un título a tener muy en cuenta. En PlayStation 4 tiene competencia con ese maravilloso placebo que ha resultado el recopilatorio de Wipe Out, pero ése es otro tema. RedOut es adrenalina en vena.

RedOut es un juego de carreras con naves antigravitatorias es circuitos imposibles, de esos que se retuercen y nos ponen bocabajo a cada momento. Sí, tiene multijugador en línea para que hasta seis jugadores se batan el cobre en partidas igualadas y privadas, pero lo mejor de todo es que también ofrece carreras a pantalla partida para que montemos un campeonato con amigos en casa. Completa la oferta las carreras contra la inteligencia artificial, una chuchería que se queda en nada cuando acometemos el modo “Trayectoria”. Porque es en este impersonal modo historia sin argumento donde se cuece todo. Una sucesión de eventos de diferente índole agrupados por categorías, cuatro concretamente. Cada una restringe un tipo de nada de cada escudería. Cada prueba puede superarse con un “bronce”, pero lo suyo es que ganemos el “oro” en cada una para acumular más y más dinero.

Porque como ocurre siempre, todo tiene un precio. Desde adquirir los potenciadores activos (que se desencadenan al pulsar el botón correspondiente) como los pasivos (no hay que hacer nada para notar sus efectos) con sus correspondientes mejoras, hasta las naves del resto de marcas así como los nuevos modelos para dar el salto en cuanto a cilindrada se refiere… para todo esto hay que pasar por caja. Realmente las primeras carreras resultan muy asequibles, sobre todos las carreras contra otros naves. Conseguir los mejores registros en las pruebas cronometradas es otro cantar, igual que el primer salto de categoría: tocará invertir bien el dinero en las mejoras si no queremos ver a nuestros rivales pasarnos como si fuéramos tortugas en una autopista.

Análisis de Sonic Mania



Analizado en PlayStation 4 Pro. Copia digital proporcionada por .

Sonic y Sega son uno solo. Desde que a la empresa nipona se le ocurrió crear a una mascota que los representase, los juegos basados en el erizo azul han invadido las consolas, primero de la propia Sega y más tarde, cuando ésta decide retirarse del mercado del hardware, hizo su aparición en todas las plataformas disponibles. Hace más de 20 años, con la Mega Drive en pleno apogeo, Sonic era un juego que vendía consolas como churros, su sello era garantía de diversión y calidad. Con el paso del tiempo las 2D dieron paso a las 3D y en aquella época todos se querían apuntar al carro. Sega, como no podía ser de otra forma, también intentó trasladar su versión de Sonic a las tres dimensiones, desgraciadamente con más pena que gloria. A pesar de que intentos como los Sonic Adventure de Dreamcast resultaron ser juegos bastante buenos, lo cierto es que no se conseguía dar con la fórmula adecuada y los fans reclamaban una vuelta a los orígenes de la serie.

Y ahora nos llega Sonic Mania, un juego que precisamente nos traslada irremediablemente a esa época tan añorada en la que el erizo azul recorría los escenarios lateralmente a toda velocidad. El proyecto ha sido encargado a Christian Whitehead, que ya ha hecho adaptaciones de otros juegos para móviles de Sonic y cuyo resultado final siempre ha sido positivo. El trabajo realizado con este nuevo lanzamiento se ha basado en diseñar desde cero muchos de los escenarios ya conocidos de otros juegos y en crear otros inéditos, pero siempre conservando esa endiablada jugabilidad que tanto nos encantó en los noventa.

La aventura consta nada menos que de 20 pantallas basadas en 12 fases diferentes. Como ya os hemos dicho, algunas son inéditas, pero otras han tomado como referencia zonas clásicas como Metallic Madness, Green Hill, Chemical Plant, Hidrocity, Flying Battery, Oil Ocean, Lava Reef y Stardust Speedway. A pesar de estar rediseñados, conservan su música, enemigos finales y apariencia, y aunque falta alguna que otra clásica localización, la selección ha sido de lo más acertada. También hay una serie de fases de bonus, a las que solamente podemos acceder si tocamos los puntos de guardado con más de 25 monedas en nuestro poder. El entorno en estas pantallas se traslada a las tres dimensiones y tenemos que ir recolectando unas bolitas azules y anillos. Otras fases de bonus serán accesibles cuando encontremos el anillo gigante escondido en cada escenario. En esta ocasión tenemos que recolectar las mismas esferas azules que incrementan la velocidad y anillos que incrementan el temporizador, el objetivo es alcanzar la velocidad adecuada que nos permita llegar hasta la nave antes de que se agote el tiempo, el premio es una preciada y valiosa esmeralda.

Tenemos a tres personajes disponibles, Sonic, Tails y Knuckles, cada uno con sus peculiaridades que nos ayudan a afrontar cada escenario. Siempre vamos acompañados de Tails, que puede ser controlado por un segundo jugador si así lo deseamos. Eso sí, pasa algo curioso cuando cogemos a Sonic, y es que su velocidad hace que el simpático zorro volador se quede un poco rezagado y salga de la pantalla, no obstante es una circunstancia temporal y a los pocos segundos ya vuelve a aparecer. No es un juego largo, se puede superar en un tiempo no superior a 4 horas, un tiempo más que decente para un título de estas características, pero se puede volver a disfrutar una y otra vez sin perder ni un ápice de frescura. Además, se ha incluido un modo contrarreloj y otro competitivo, que si bien no arrojan ninguna novedad, si ofertan un poco de variedad a la hora de afrontar los escenarios.

Mágicamente nos vemos trasladados a la época de los 16 bits, con escenarios coloridos y unos gráficos pixelados. Adaptado a la alta definición y a unos rocosos 60fps, genera que la experiencia visual sea de lo más gratificante. Se nota que ha sido un proyecto tratado con mimo, respeto y dedicación. El apartado sonoro también ha sido cuidado y recreado a la perfección. La sintonía entre la experiencia visual, la jugabilidad y el sonido es impecable, posiblemente estemos ante el mejor juego de Sonic jamás creado y eso ya es decir mucho.

Si nunca has jugado a un Sonic clásico, bien por tu juventud o porque en tu época de niñez has optado por otras plataformas, te vas a encontrar un divertido juego de plataformas 2D donde la velocidad con la que se recorren sus sinuosos escenarios se ha convertido en toda una seña de identidad. Sin duda es todo un imprescindible para todo amante del género, solamente echamos en falta la creación de una versión en formato físico, para el disfrute pleno de que aquellos que sean amantes de lo clásico y de la nostalgia por un formato en vías de extinción.

Revivir esos emocionantes momentos que nos hizo pasar Sonic en Mega Drive

No hubiese estado mal una edición física del juego

Un imprescindible para los fans más nostálgicos de Sonic

Análisis de Bulletstorm: Full Clip Edition

Analizado en PlayStation 4. Copia comercial proporcionada por Koch Media.
Bulletstorm

. A estas alturas de la película no creo que vaya a descubrirle a nadie este shooter, aparecido hace más de seis años y del que se lanzó hace aproximadamente unas tres semanas esta remasterización que nos ocupa. De hecho,

ya la analizamos

en VJ. Pero aquí estamos muy locos, así que ahí va otro análisis.

Bulletstorm es a los shooters lo que Just Cause (2 y 3) es a los sandbox: de lo más divertido del género. Pese a que tarda un pelín en arrancar, una vez comienza es una gozada matar (virtualmente, que está la cosa como para bromear). ¿Qué lo hace diferente a los demás? El látigo y todas las maneras que hay de aniquilar a los enemigos (de los que hay más cantidad que variedad, ciertamente). Por poner un insignificante ejemplo de los muchos que serían (dan para llenar un par de páginas), con el látigo podemos “agarrarlos” y traerlos hacia nosotros para, posteriormente, darles una patada y de un disparo volarles la cabeza (esto último en cámara lenta). Pues como esta, hay decenas de formas distintas más (supera la centena), a cada cual más espectacular o gore. Es más, cuanto más espectacular y gore sea la muerte, más puntos nos darán (estos sirven para mejorar las armas y comprar munición en las cápsulas repartidas a lo largo de la aventura). Efectivamente, el juego premia la forma en la que matamos a los enemigos y nos dará más o menos puntuación dependiendo de cómo lo hagamos (un disparo en la cabeza es lo que menos da, para que os hagáis una idea).

No decae la acción en ningún momento, y hasta se nos olvida que el juego sea totalmente guiado y lineal (aunque hay tres tipos de coleccionables, algo es algo). Es una gozada ir avanzando y cargarse a todo lo que se nos echa encima con cada una de las siete armas disponibles, desde la típica metralleta o escopeta (top) hasta otras que lanzan cadenas que explotan o taladros motorizados (top). Eso sí, no todas están disponibles desde el principio, sino que van apareciendo a medida que avanzamos en la historia (tras completarla se desbloquea un nuevo modo llamado Overkill, que permite volver a empezarla ya con todas las armas). Además, cada arma (incluso el látigo) posee un disparo especial, que en la mayoría de ellas es devastador y nos sacará del apuro en más de una ocasión (sobre todo el del látigo, que los eleva y ralentiza en el aire).


Análisis de Talent Not Included

Analizado en Xbox One. Copia digital proporcionada por Outrageous PR.

Talent not incluided ya lleva algún tiempo a la venta en PC, pero el título indie de Frima Studio acaba de llegar al bazar de Xbox One. Tenemos ante nosotros un título de plataformas y acción en el que nos metemos en la piel de un caballero, o mejor dicho en el plástico, ya que somos un juguete que forma parte de un pequeño teatro de muñecos. Su puesta en escena es interesante, pero se echa de menos más contenido o mayor complejidad en algunos aspectos.

Como ya hemos avanzado antes formamos parte de una pequeña representación de teatro en la que somos uno de los protagonistas y nuestra misión es completar todos los niveles que hay representados en los cuatro actos. Cada una de estas partes del guión nos presenta a un personaje diferente y como es de esperar cada uno tiene unas funciones diferentes que se adaptan a las necesidades de los niveles en los que están disponibles. Además cada acto lo componen diferentes fases, entre las que también encontramos enfrentamientos contra grandes jefes finales.

El funcionamiento de Talent not incluided es bastante sencillo y se nos presentan diferentes escenas que tenemos que completar llegando al punto de unión con la siguiente, de forma que una vez logrado el escenario cambia con nosotros en su interior para presentarnos la siguiente zona de dicho nivel. Por el camino hay trampas, obstáculos, enemigos, así como corazones para recuperar salud o recoger caramelos que aumentan nuestra puntuación.

Al final de cada nivel obtenemos una puntuación respecto a nuestras hazañas en dicha fase y con ello obtenemos una calificación en forma de máscaras. Lograr las máscaras de oro en todos los niveles es algo que incita a jugar una y otra vez, ya que según avanzamos las escenas son mucho más complicadas y en ocasiones no podemos recoger todo lo que encontramos. La experiencia gana bastantes enteros gracias al multijugador, pero por desgracia solo es en modo local.

A nivel artístico nos encontramos un juego bastante simple a la par que llamativo. Talent no incluided ofrece un apartado gráfico muy colorido y desenfadado, aunque los escenarios se hacen bastante repetitivos a la larga. A nivel sonoro lo que más destaca es la participación del público durante nuestras partidas, ya que reaccionan según estemos jugando.

Conclusiones

Talent not incluided no es ni mucho menos un juego malo, e incluso ofrece una temática y una puesta en escena bastante interesante para el género de las plataformas. Eso sí, le falta contenido y el modo historia se hace corto a la par que repetitivo. Además se echa de menos la posibilidad de jugar con amigos de forma online, ya que el multijugador presentado es únicamente local. A pesar de ello tiene cosas interesantes y te puede hacer pasar un buen rato.

Su puesta en escena, es curioso

Corto y repetitivo, se echa en falta más contenido o el multijugador online

Curioso título de plataformas y acción en el que echamos de menos más posibilidades, aún así entretiene.