Análisis: Electronic Super Joy

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Las ofertas de otoño de Steam me han venido bien. He conseguido variedad de juegos a precios razonables por lo que me ha dado más material para escribir. En esta ocasión, quiero hablar de Electronic Super Joy. Comprado en un arrebato consumista por 1,50€ ni siquiera me fijé de que iba el juego la verdad, simplemente lo compré porque estaba barato. Así que cuando me puse con él por primera vez, me fijé que se trataba de un título de plataformas, uno ciertamente complicado en según que tramos.

Nuestra misión es acabar con El Malvado Groove-Wizard, así que para ello deberemos pasar a lo largo de 45 niveles diferentes repartidos en 3 mundos. Los gráficos me recordaron un poco a Limbo, personajes negros con ojos blancos lo que, al contrario que este último, Electronic Super Joy es muchísimo más colorido. En los fondos suele haber movimiento y diferentes colores según vamos pasando los niveles.

La mecánica del juego es muy sencilla, llega del punto A al punto B sin que te maten. Para ello, a veces algunos personajes de esta extraña dimensión donde tiene lugar el juego nos darán alguna habilidad, ya bien sea un golpe directo al suelo tras saltar, tener un doble salto o incluso poder volar durante un corto periodo de tiempo. Cabe decir que solo llevaremos una habilidad por vez y que incluso es posible que empecemos con una habilidad y a mitad del mundo nos la quiten.

A pesar de lo sencillo que pudiera parecer la idea, completar cada mapa nos requerirá cada vez más esfuerzos. Los niveles por norma general suelen ser de dos tipos: estáticos (donde nosotros vamos avanzando a nuestro ritmo) o forzado (donde la pantalla va avanzando hacia la derecha haciendo que si nos quedamos en el borde izquierdo de la pantalla, muramos). Además de eso en ocasiones se darán situaciones especiales donde por ejemplo la pantalla podrá rotar haciendo que perdamos un poco la noción de la dirección o que haya algún nivel donde no haya checkpoint, por lo que un fallo nos puede enviar directamente al inicio del nivel. Por si fuera poco, a todo eso se suma el hecho de que también hay trampas como láseres, bolas de pinchos o enemigos que nos pueden lanzar objetos o simplemente carguen hacia nosotros.

Hablando de morir, es lo que más nos va a pasar a lo largo de todo el juego. Nuestro personaje solo aguanta un golpe, por lo que hay que ser extremadamente cautelosos. A cambio, el juego cuenta con vidas ilimitadas, así que solo queda la frustración de quedarse atascado en algún sitio y repetirlo continuamente. Por suerte, el juego cuenta con numerosos checkpoints a lo largo de cada nivel, por lo que, si morimos, al menos empezamos desde un punto avanzado. Si volvemos al menú principal podremos ver el número total de muertes que hemos sufrido en un nivel concreto (mi “record” está en 113 muertes en un mismo nivel).

La música es uno de los puntos para mí más a tener en cuenta de este título. Tenemos variedad de música electrónica que hace más ameno el hecho de estar corriendo por nuestras vidas. Además, en los checkpoints se escucha un “oh yeah” cada vez que pasamos por uno (ya bien sea diferentes voces de hombre / mujeres en diferentes tonos). Puede ser un ligero problema si alguien más que no sea uno mismo los oye, porque suenan bastante sugerentes en la mayoría de los casos. Los desarrolladores pensaron en ello posiblemente y en las opciones tenemos una opción para cambiar dicho sonido a un modo para todos los públicos, cambiando los “oh yeah” por simples e inofensivos sonidos.

En algunos niveles de cada mundo se esconden una o varias estrellas. El conseguirlas a veces supone un reto adicional al ya hecho de pasar el nivel y su cometido es que al conseguirlas todas, se abra el cuarto mundo. Aún si después de pasar los cuatro mundos nos ha sabido a poco la hazaña, el juego nos plantea dos retos aún mayores. Pasar cada nivel por debajo de un tiempo específico y luego pasar los primeros 3 mundos sin morir en ninguno de sus niveles, conseguir ambas cosas desde luego es una forma clara de dedicación y práctica.

Para cerrar, he de decir que Electronic Super Joy es un buen juego para aquellos que les gusten las plataformas y estén dispuestos a un reto lleno de color, buena música y muchos infortunios que nos harán morir y caer en la desesperación en ocasiones.

Por: dakumaru

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