Análisis de Tales of Berseria
Analizado en PlayStation 4 Pro. Copia digital proporcionada por Bandai Namco.
Tales of Phantasia se estrenó en Super Nintendo hace algo más de 21 años. El juego inició la entrada de Namco (mucho antes de la fusión con Bandai) en el género de los JRPG para quedarse. Casi 21 años después, Tales of Berseria llega a nuestro país. En total diecisiete juegos que conforman la serie Tales of, títulos que conservan una serie de características muy concretas que la diferencian de sus competidores. Un sistema de juego más dinámico que los que ofrecen otras propuestas y una estética de dibujos animados (japoneses como no podía ser de otra forma) conforman una marca de calidad que ha pasado por casi todas las plataformas y que ha mantenido unos niveles de calidad muy similares. Tales of Berseria llegó el pasado verano a su mercado natal y ahora lo hace en occidente para Steam y PlayStation 4 con subtítulos en castellano (voces en inglés o japonés), mientras la versión de PlayStation 3 se ha quedado en el camino.
Esta entrega guarda relación con Tales of Zestiria (justo la entrega anterior), y nos emplaza a un reino enorme lleno de pequeñas islas en las podremos movernos posteriormente con nuestro navío, una de las novedades más relevantes de esta nueva propuesta. La humanidad está siendo atacada por demonios, perdón, daemons. Una serie de maléficas bestias asaltan a todos los incautos que se encuentran, pero lo peor no llega con la muerte. Estas criaturas pueden contagiar su esencia daemoniaca, lo que provoca que se extiendan como una plaga. Nuestra aventura comienza con Velvet Crowe en una celda (tras todo el largo tutorial), nuestra protagonista (la primera mujer protagonista principal en la serie) fue infectada tres años atrás y ahora se encuentra recluída en la isla prisión de Titania.
Velvet y su hermano pequeño Laphicet fueron salvados hace años por Arthur (un exorcista que se casó con su fallecida hermana mayor) de la noche escarlata en la que toda su pueblo fue arrasado por completo. Se ocultaron en otra villa, pero cuando la maldad volvió a amenazar a los aldeanos, Velvet contempló cómo Arthur sacrificaba a su hermano en un ritual, pero antes de que pudiera hacerle eso mismo a ella, su brazo quedó infectado por la esencia demoniaca que le proporciona una apariencia de lo más tétrica y unas habilidades inhumanas. Ahora es una de ellos, una daemons que se alimenta de otros daemons. Desde entonces, ha estado encarcelada con la única idea de escaparse de su cautiverio y de vengarse de la persona que acabó con su hermano pequeño.
Por supuesto Velvet se escapará de su prisión, hará nuevos amigos que se unirán a su aventura y disputará combates de toda índole mientras progresa en la trama principal que se verá salpicada por eventos secundarios y conversaciones de esas con enormes dibujos anime de los protagonistas. Órdenes religiosas, Empíreos celestiales, inquisidores, daemons inocentes y una ristra de secundarios de lo más variopinto conforman la población de Tales of Berseria. La introducción del citado barco (pirata para darle mordiente al asunto) para movernos con nuestros grupo, los dinámicos combates y la exploración de los escenarios conforman las principales mecánicas de juego. Todo tan clásico y conocido que nos adaptaremos desde el primer momento que cojamos el DualShock 4.
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