Análisis de Out Of The Box
Versión analizada Steam. Copia digital proporcionada por Raiser Games.
Parece que fue ayer pero ya hace más de tres años que pudimos disfrutar de Randal’s Monday, obra del estudio español Nexus Games Studios. Tiempo atrás pudimos saber que parte del equipo de desarrollo estaba trabajando en un nuevo videojuego titulado Out of the Box, aunque en esta ocasión dentro de un nuevo estudio llamado Nuclear Tales que además cuenta con el apoyo de la editora Raiser Games. Out of the Box es la nueva genialidad que han inventado y la cual sigue ofreciendo una temática basada en el género de las aventuras gráficas, aunque en esta ocasión con toques que recuerdan a Papers, Please, uno de los títulos indies más laureados de los últimos años.Nuestro protagonista es Warren Baker, un arrepentido expresidiario que al salir de la cárcel no tiene otro remedio que aceptar un puesto como portero de The Box, garito que casualmente pertenece a su antiguo jefe por el que fue a parar entre rejas. Warren solo busca un trabajo legal con el que pagar la manutención de su hija, así como el alquiler y otros gastos, pero pronto se da cuenta de todos los trapicheos que tienen lugar durante la noche. De esta forma nos adentramos en una historia que nos presenta las noches de trabajo de Warren en las que tenemos que controlar el acceso de los clientes, pero a la misma vez realizar los oscuros encargos que le encomiendan su jefe y el sobrino de este.El pilar central de la jugabilidad reside como hemos mencionado antes en la gestión de clientes que acceden o no a The Box y por ello tenemos varias opciones para interactuar con ellos. Una de las medidas que tenemos que llevar a cabo es controlar que no acceden menores y por ello debemos solicitar los DNI a los clientes para comprobar que son mayores de 21 años (el juego se basa en EEUU y esa es la edad necesaria allí para beber alcohol y acceder a locales de tales características), por lo que también habrá que estar atentos a que estos documentos no estén falsificados o que evidentemente correspondan a la persona que nos lo presenta. Prohibir la entrada a personas borrachas, indigentes, clientes con bolsos, mochilas, maletines y similares o personas armadas son otros de los controles comunes que debemos realizar, por lo que podemos conceder el acceso o echar a la calle a cualquier cliente. De la misma forma contamos con la posibilidad de llegar a las manos cuando un cliente se calienta de más, aunque esto puede conllevar represalias de las que después hablaremos.Además de las jornadas de trabajo comunes nos encontramos que en The Box se organizan diferentes tipos de fiestas, por lo que esas noches además de la documentación tenemos que solicitar las entradas correspondientes. Como de costumbre hay que corroborar que todo está en orden y que nos presentan las entradas correctas y no otras falsas o de fiestas anteriores. Esas noches además nos solicitan que hagamos entrar mayoritariamente a un público determinado, ya que el público al que va dirigido el evento no es el mismo si acude un famoso DJ de house o un grupo de rock. Incluso en momentos determinados como el día de San Patricio tendremos que hacer la vista gorda y permitir el acceso a clientes borrachos. En este sentido se aporta un toque de frescura a la jugabilidad, ya que siempre tenemos que tener en mente el tipo de gente que dejar pasar, ya que cada noche cambia.Antes hemos mencionado que los clientes menores no pueden acceder al local, así como tampoco pueden entrar con maletines o similares, pero los propios jefes del local nos pedirán que en ocasiones no cumplamos con tales normas. En ocasiones el local albergará negocios en los que los clientes podrán entrar con maletines, aunque para ello deberán darnos la contraseña adecuada. Otros eventos nos llevarán a tener que echar por las malas o por las buenas a los relaciones públicas de otras discotecas que acuden a la fila para quitarnos clientes, parar peleas, realizar favores a clientes con gustos peculiares o incluso a aceptar sobornos para permitir entrar a clientes que deberían quedarse fuera. Todo el desarrollo del juego nos invita a pensar qué hacer, si hacer el bien y buscarnos problemas o hacer oídos sordos y permitir que los chanchullos sigan teniendo lugar en The Box. La policía también hará acto de presencia en la historia, por lo que colaborar o encubrir a nuestros jefes quedará en la mano del jugador.
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