Análisis de Need for Speed Payback
Versión analizada Xbox One X. Copia física proporcionada por Electronic Arts.
Con el paso del tiempo, la serie Need for Speed se ha convertido en el cajón desastre de los juegos de velocidad de EA. Hemos pasado por los golpetazos a toda velocidad que aportaba Hot Pursuit, el realismo de Shift, los eventos callejeros de Underground o las persecuciones de Undercover. Desde hace unos años, Ghost Games es el estudio encargado de los derroteros de la franquicia, con un Rivals que rememoraba las entregas de Criterion y el reinicio sin apelativo de hace un par de años que buscaba iniciar una nueva era. En este 2017 llega Payback, el enésimo intento por llevar la marca a la altura de su nombre. En esta ocasión, encontramos trazas de muchas otras entregas, como la recreación de las carreras urbanas, el uso del tunning, una historia de venganza y un mundo abierto por el que correr mientras superamos infinidad pruebas de todo tipo. El valle de Fortune nos espera.Porque el juego nos pone en la virtual piel de Tyler, el mejor corredor de toda la región. Junto a sus dos amigos, Mac y Jess, perpetran un golpe casi perfecto… pero como era de esperar, un aliado cercano a ellos termina por traicionarlos y pagan las consecuencias con creces. Detrás de todo está la “Casa”, un cartel que amaña todas las carreras, nada de lo que ocurre en las calles de Fortune está fuera de su alcance. Lo controlan todo, y todo está bajo su influencia. Pero tienen un plan, seis meses después la banda vuelve a unirse con un plan infalible, participar en la carrera de Los Forajidos, la más importante de todas los eventos ilegales. Ganarla supondría la quiebra de la “Casa” y la venganza perfecta de nuestro trío de protagonistas. Pero para participar en la carrera más relevante de todas, deberán ganarse un reputación contra las bandas de corredores que pululan por todo el condado.Y claro, eso supone recorrerse todas las carreteras de Fortune para desafiar a todos los corredores ilegales, ganar dinero para conseguir nuevos vehículos y mejorar los que ya tenemos en los talleres de tunning. La fórmula ya la hemos visto, tendremos hasta los típicos radares en los que nos invitan a superar determinada velocidad o rampas para que realicemos saltos estratosféricos de un lado a otro. Lo dicho, son los mismos mimbres de Rivals pero con numerosas secuencias de video que aportan contenido a la trama e infinidad de conversaciones por teléfono con nuestros compinches que intentan conseguir que les cojamos cariño. Cada uno de los tres tiene reservado su grupo de pruebas, como carreras por asfaltos en los prima la velocidad, carreras campo por el campo en los que usaremos todoterrenos o retos de derrapes en los que deberemos alcanzar una cantidad de puntos determinada. The Crew de Ubisoft ofrecía prácticamente el mismo planteamiento, pero en Payback el escenario es inventado y no nos satura tanto con decenas de misiones por realizar.
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