Análisis de Deadliest Warrior: Legends

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Deadliest Warrior: Legends

es la secuela del juego de lucha en formato digital

Deadliest Warrior

, basado en la serie de televisión. Esta, a lo largo de sus tres temporadas, propone comparar guerreros de diferentes épocas y civilizaciones para determinar quién ganaría en un combate entre ambos. En las primeras temporadas enfrentaban, por ejemplo, a espartanos contra piratas, pero luego optaron por personajes históricos como Vlad Tepes, Alejandro Magno, Atila y un largo etcétera.

A pesar de que la idea sea un poco descabellada y de escaso valor histórico, lo realmente entretenido de la serie era ver cómo probaban la letalidad de las armas o su precisión tanto en parapetos de cartón como en cuerpos de gelatina hasta con sangre en su interior. El correcto equilibrio entre armas de corto, mediano y largo alcance es la clave de la victoria, y en eso se basa precisamente el sistema de juego de Legends: elegir bien nuestras armas y saber cuándo atacar y contraatacar, a sabiendas de que un solo disparo de flecha puede terminar con el asalto.

El juego toma el rumbo de las nuevas temporadas y nos da a elegir entre guerreros históricos, nueve en el juego (Vlad el Empalador, Alejandro Magno, Atila el Huno, Aníbal Barca, Sun Tzu, Shaka Zúlu, Hernán Cortés, Genghis Khan y William Walace) y otros dos descargables en el mismo pack (Juana de Arco y Mack, uno de los analistas del programa). Cada uno cuenta con su respectivo escenario, seis armas (dos de corto alcance, dos de mediano y dos de largo) y dos armaduras. Estas las iremos desbloqueando en el modo Arcade, en el que simplemente combatimos con el resto de los luchadores con alguna que otra ronda bonus en el medio, en el cual se introducen algunos cambios respecto a la primera entrega, como el modo Cortar (un golpe, una extremidad amputada). Es un modo simple y algo desaprovechado, ya que no incluye otra de las novedades (el modo Zombie, donde seguimos luchando sin cabeza, sin manos e incluso sin torso) y nos obliga a luchar contra nosotros mismos. Por supuesto, no cuenta con un hilo conductor, si es que había alguno capaz de relacionar a Vlad Tepes, Alejandro Magno y Hernán Cortes sin caer en el ridículo.

Otro de los modos de juego presentes son el simple pero entretenido Generales, donde en un mapa al estilo Risk debemos desplegar nuestras tropas e ir ganando territorios hasta llegar a la fortaleza enemiga y vencer a su personaje en duelo a un único asalto, con otros castillos neutrales desperdigados por el mapa. Es un modo sin grandes componentes estratégicos más allá de bonificaciones por atacar o defender ciertos tipos de territorio (llanura, ciénagas, etc.) y la inclusión de un factor suerte. Por ejemplo, podemos perder una batalla con escasas posibilidades de derrota porque una enfermedad asola nuestras tropa, pero su presencia se agradece.

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Deadliest Warrior: Legends