Tan lujosas

Se encuentran tres mujeres por la calle, dos de ellas llevan abrigos de visón y van muy enjoyadas; la tercera, extrañada, les pregunta:
– ¿Cómo hacéis para ir tan lujosas?
– ¡Ay, hija, porque podemos!
– Uy, hay que ver lo mal que pronunciáis la ‘jota’
Contesta la tercera.

Ley de Murphy 14

– En una organización burocrática, todos los burócratas ascenderán puestos en la cadena de mando hasta alcanzar su nivel de máxima incompetencia en que se estancarán.

– Si algo finalmente ha ido bien, a la larga, hubiera sido mejor que hubiera ido mal.

– Los libros no se pierden cuando se prestan, excepto aquellos que tenías un interés especial en conservar.

– El precio total a pagar siempre es superior al del presupuesto: exactamente 3.14 veces lo presupuestado. De ahí la importancia del número PI.

– Si intentas ponerte el pijama sin dar la luz de la habitación para no despertar a la parienta las posibilidades de NO ponerte el delante detrás son prácticamente 0.

– Siempre que pillas esa cinta maravillosa que tantas ganas tenías de escuchar… PLANCHA! se acaban las pilas del walkman a los 30 segundos.

– Cuando coges manzanas de un árbol, seguro que te encuentras (al menos) un gusano, o en su defecto medio gusano, si es que la manzana no está ya putrefacta.

– La intensidad sonora y olfativa del pedo es directamente proporcional al número de ajenos potenciales degustadores de la ventosidad en cuestión.

– Si cuando vas bajando las escaleras del metro, oyes que este se acerca, no corras para cogerlo pues será el que viene del otro lado, eso sí, pero como no corras, al llegar al andén te darás
cuenta que por unos segundos perdiste el metro (el próximo tardará 15 min).

– Cuando paseas por el campo, sea cual sea el camino que sigas, no llegarás a dónde quieres y, además, terminará en una valla.

Silbar

Dos mujeres conversan en un café.
– ¿Qué tal, María, en tu matrimonio?
– Bueno, normal, mi marido ronca mucho y dormimos en cuartos separados.
– ¿Y cómo hacéis el amor?
– Cuando a él le apetece me silba y yo voy a su cuarto.
– ¿Y si te apetece a ti, qué haces?”
– Pues salgo al pasillo y pregunto: Amor, ¿has silbado, verdad?

Muerte natural

En una autopsia:
– Causa del óbito
– Muerte natural
– ¡¡¿Pero cómo que natural?!!… ¡si tiene 17 puñaladas!
– ¡Coño!… ¡pues es natural que se haya muerto!